A nivel nacional se están llevando a cabo trabajos acelerados, con millonarias inversiones, para prepararse para el concurso de Miss Universo el próximo 18 de noviembre, como si de allí dependiera el futuro de El Salvador, mientras se cierran los ojos y se niega la dolorosa crisis nacional.
El bukelismo quiere dar la impresión de que han convertido al país en uno del Primer Mundo, por lo que están haciendo enormes esfuerzos para cubrir la pobreza en que viven millones de salvadoreños. Se limpió el Centro Histórico de vendedores ambulantes, que nos ha permitido descubrir las bellezas de nuestra capital, escondidas durante tanto años, pero castigando a miles de familias que perdieron sus trabajos, porque se realizó sin planificación para reubicarlas. Aunque el centro sigue lleno de hoyos, haciendo difícil el paso peatonal.
A toda velocidad están realizando el tan necesario cableado subterráneo en la Zona Rosa, con prisas de última hora, a cargo de la nueva Constructora El Salvador, que ha dejado durante varios meses a todos los comercios de la zona sin posibilidad de acceso para sus clientes. ¿Estará terminado en un mes para recibir a las bellas? Aunque se anuncia un plazo de 4 meses para su finalización.
Sin escatimar gastos, el Gimnasio Nacional, remodelado para los Juegos Centroamericanos de junio, se ha destruido lo construido para dotarlo de aire acondicionado, lujo que solo pueden darse países con economías solventes, por el altísimo costo de energía que conlleva. ¿Cuántas veces más los usuarios disfrutarán de tan agradable clima? Pero lo importante es que las misses y los visitantes estén a gusto, aunque para lograrlo le hayan quitado el estacionamiento al Museo Tin Marín, tan visitado por escolares.
Se demolió la Escuela y la Parvularia de Apaneca, para extender el parque, para deleite de las encantadoras visitantes y sus comitivas. El alcalde y los profesores no fueron informados, solo obligados a trasladarse a un pequeño hotel, donde el tamaño de las habitaciones no permite pizarrones ni los pupitres necesarios para los alumnos. Los padres indignados, se quejan de que en el segundo nivel, el agua no llega por lo que los servicios sanitarios dan asco. Para NI los niños no cuentan: la prioridad es el Concurso.
Y aunque no se sabe cuál será el itinerario preparado para agasajar a los visitantes, se supone que la remodelación de la Puerta del Diablo y de otros lugares de interés turístico, como el Puerto de La Libertad y los lagos de Coatepeque e Ilopango, también recibirán sus manitas de pintura para que luzcan bien, para mientras, pero escondiendo las necesidades de los pobladores que luchan por lograr los tres tiempos de comida, tras ser desalojados de sus parcelas.
Bukele quiere esconder la triste realidad de un pueblo que padece necesidad. Es como maquillar y cubrir de adornos a un mendigo vestido de harapos, que tiene mucho tiempo sin bañarse porque en su caserío no hay agua ni conocen la energía eléctrica. Una prueba evidente de la hipócrita visión del gobierno de NI es el recorte de $60 millones al presupuesto de Educación, que contaba con una asignación de $248 millones, de los que apenas se ha usado un pequeño porcentaje. Razón por la cual las escuelas son verdaderas ruinas, antihigiénicas y carentes de los mínimos necesarios para que los alumnos desarrollen armoniosamente sus capacidades.
La Asamblea ha justificado el recorte de fondos a 22 instituciones para reforzar a Hacienda con $108 millones para saldar otros compromisos para todos desconocidos. Y si los millones no alcanzan y la deuda crece ¿será porque no se está cumpliendo la promesa de campaña de que nadie roba, escrita con grandes letras en la fachada de moderno edificio de la DOM?
Maestra.