Durante la administración Bukele se han disuelto varias instituciones, que a lo largo de los años prestaron importantes servicios a la comunidad, para crear nuevas que deberán asumir las mismas funciones, sin la certeza de tener la capacidad para hacerlo, tras el despido de personal con probada experiencia. Así desparecieron el FISDL, el ISDEM, FONAES, DIGESTYC, AMP, PROESA y el Consejo Salvadoreño del Café. Y esta semana mediante una ley exprés, sin discusión ni justificación, disuelve el INSAFORP, una institución que nació a raíz de los Acuerdos de Paz, para dedicarse a capacitar a los salvadoreños y permitir a las empresas contar con mejores colaboradores. Otro golpe certero a la educación para mantener al pueblo en la ignorancia.
Durante 30 años muchos hemos podido seguir de cerca el esfuerzo de INSAFORP, y trabajado en sus programas, con la satisfacción de haber contribuido a la mejora de la población, conscientes del buen manejo de sus dirigentes. La disolución de INSAFORP solo puede entenderse por la urgencia del gobierno de intentar llenar sus arcas vacías, tras haber derrochado millones de dólares en proyectos absurdos, sin beneficio para la población, y han hecho crecer la deuda pública hasta niveles alarmantes.
Las condiciones con que Bukele se ha apropiado de los recursos de INSAFORP han generado un justo rechazo de la población. Un presupuesto de $41,956,140 que aporta el sector privado, que al 31 de diciembre deberá entregar al Ministerio de Hacienda el total de su saldo. Y que de los escasos $23.2 que le quedarán a INSAFORP el 40% se destinará a la ejecución de programas, y el 60% restante para lo que se consigne en el Presupuesto General de la Nación. Dineros de destino desconocido, ya que al bukelismo no le conviene rendir cuentas del mal uso que hace del dinero de nuestros impuestos. Pues el nuevo consejo que dirigirá INSAFORP estará formado exclusivamente por representantes del gobierno, sin representación de trabajadores y empleadores.
No fue suficiente apropiarse del FODES que ha dejado a miles de trabajadores de las alcaldías sin sus salarios y a suspender las obras de beneficio social que realizaban. Más millone disponibles al borrar la deuda de $8,000 millones con los afiliados a las AFP, más la treta de no pagar intereses durante 4 años, lo que le generará $2,000 millones más. También se disuelve el INJUVE, lo que da un jaque mate a las esperanzas de tantos jóvenes de integrarse en proyectos para su futuro.
Pero entre los movimientos de NI para apropiarse de fondos ajenos, es evidente que la DOM es la que ha salido ganando, ya que además del FODES, nació con un presupuesto millonario y está a cargo de la construcción de hospitales, reparación de calles, escuelas y muchas otras actividades que reciben gran publicidad con rótulos y conos cian, pero son proyectos se inician, pero no se terminan dejando la obra en peores condiciones, ante las desesperadas protestas de la población, que no son atendidas.
En un intento de ayudar al gobierno de NI a enfrentar su desastrosa situación fiscal, la banca local le ha ofrecido un salvavidas ampliando los plazos de 2, 3, 5 y 7 años para pagar la deuda pública de corto plazo. El nuevo Ministro de Hacienda nos quiere hacer creer que es un espaldarazo y confianza en las estrategias del manejo de las finanzas y la política fiscal implementada en la gestión de Bukele, cuando el desastre financiero es más que evidente.
Porque para todos los salvadoreños, el panorama futuro no pinta favorable, y la amenaza de un estado fallido, con una población con hambre será el resultado del derroche de tantos millones que estamos presenciando.
Maestra.