Llega Julia y el pueblo llora porque le tocó luchar “solos contra el río”, ante la pasividad de las autoridades que ignoraron las advertencias del recorrido de la tormenta y los daños reportados en otros países, sin prepararse para proteger a aquellos que solo dependen de la ayuda que sus autoridades puedan prestarles.
Ha quedado demostrada la absurda decisión de NI de apropiarse de los fondos que constitucionalmente le corresponden a las alcaldías, comprobándose que la todopoderosa DOM, que nació con un presupuesto millonario para cubrir con transparencia las necesidades de los 262 municipios, era un monstruo con pies de barro, cuyas acciones se han limitado a uniformar a sus empleados, pintar los conos de color cyan, pavimentar algunas arterias, y dejar abandonados algunos trabajos que comenzaron.
Sin FODES, los alcaldes han enfrentado difíciles momentos para desarrollar obras sociales y hasta para poder pagar los sueldos a sus empleados. ¿Le importará a la DOM la situación de miles de familias que pasaron dos meses sin ingresos por falta de FODES? Que no pagaron lo fiado en la tienda, ni las cuotas de los préstamos logrados con esfuerzo. Y gastos en ropa, transporte, medicinas, y tantas otras necesidades urgentes que dependen del salario.
Julia encontró a los alcaldes atados de manos, incapacitados para actuar como en catástrofes anteriores, poniendo de inmediato manos a la obra trabajando en conjunto con los líderes comunales, para atender urgencias. Podían anticiparse conociendo el número de sus habitantes, las áreas más vulnerables, habilitando albergues y repartiendo alimentos durante las primeras horas de la emergencia.
El GOES no actuó de manera preventiva y las evacuaciones comenzaron hasta que los ríos habían arrasado con cientos de cantones, sus casas y pertenencias y con grave peligro para sus moradores. Evidente falta de planificación para eventos naturales repetitivos cada año, que incrementa la vulnerabilidad creciente de nuestro territorio. Y no hay justificación a la pasividad gubernamental, teniendo suficientes recursos. Las cifras no mienten. Hubo un recorte de $8.9 millones en Prevención de Desastres. La ejecución tanto en préstamos como en fondos propios es baja en diferentes instituciones, incluso en los fondos para inversión en mitigación de riesgos.
Pero los funcionarios han aprovechado la oportunidad de demostrar su eficiencia con enormes cifras de rescates, de albergues habilitados y con muy poca vergüenza, diputados de NI llevando paquetes de alimentos con sus nombres y fotografías, con logos de ANDA y la Lotería Nacional. Es ofensivo querer sacar raja política de la necesidad de la gente, cuando no fueron capaces de hacer buen uso de los fondos disponibles. Duro contraste con la opinión de los afectados por Julia: “Aquí tuvimos que hacerle frente solos: evacuamos y regresamos solos. Solo los vecinos nos ayudaron a sacar algunas cosas.” “No queremos que vengan solo a tomar fotos. Ayer unos policías vinieron, tomaron fotos y se fueron secos, secos. Sin mojarse”, “La triste realidad es que no contamos con la protección de nadie”.
Para el ministro de Agricultura , “el daño por Julia es bastante bajo pues la producción de este año, será superior a la de años anteriores”. ¿No se ha enterado del dolor de cientos de agricultores que han perdido todas sus cosechas?
El ministro de Hacienda pide exoneración de impuestos de donaciones que está gestionando con organismos multilaterales, cuando hay una gran cantidad de millones en préstamos no ejecutados, y que frecuentemente la Asamblea le autoriza redireccionarlos para otras necesidades, como CAPRES. Y como asegura que el país cuenta con suficientes recursos para compra anticipadamente toda su deuda, resulta que hay para todo, menos para aliviar las necesidades de los sectores más vulnerables de la población. ¿Y todavía pretenden reelección?
Maestra.