Por Hace unos días participé en una actividad educativa organizada por la Librería UCA de Plaza Soho, donde fue invitado el editorialista Carlos Clará y mi persona para que compartiéramos nuestras ideas sobre los libros electrónicos, su impacto en el mundo de los lectores y de los escritores.
La actividad fue muy enriquecedora y fluida pues se logró, prácticamente, una conversación agradable entre conferencistas y público que permitió compartir experiencias, data y opiniones sobre el presente y el futuro de las dos formas de presentación de textos, para que los escritores asistentes decidieran cuál forma de presentación de textos era la más atinada en la actualidad.
De acuerdo con Statista Consumer Insights, en su encuesta de entre 1,500 a 10,000 personas entre 18 y 64 años (realizada entre abril 2022 y marzo 2023), los libros electrónicos se han impuesto en China, donde el 55% de los encuestados expresaron que leen más en eBooks. No obstante, en México y la India, Chile, Estados Unidos y Argentina, la preferencia entre ambos es bastante similar; siendo que los españoles prefieren el libro impreso en 52% versus el eBook, 36%.
Para Carlos Rodríguez Canfranc, economista y comunicador de Fundación Telefónica, la interrupción brusca, es decir, la disrupción del eBook ante el impreso, pareciera que no se está dando, como sucedió con las películas en cassettes, las salas de cine y la televisión; pues a pesar que hay una tendencia creciente a largo plazo, no se ven números significativos que declaren al libro impreso en agonía.
Vemos también que el 33% de los adultos en EE.UU lee tanto textos digitales como impresos, mientras que solo el 9% lee libros digitales; nos dicen Michelle Faverio y Perrin Andrew en su artículo publicado en Pew Research Center “Tres de Diez Americanos ahora leen eBooks”, agregando que el consumo de los electrónicos solo aumento de 25 a 30% en el último año.
Nos explica Rodriguez que, además de la tradición de leer en papel, una barrera para los eBooks está siendo que el libro, más que ningún otro vehículo cultural, tiene un carácter de objeto fetiche que influye en el deseo de poseerlo. A las personas que son lectoras les gusta tener libros, coleccionarlos, verlos ordenados en las estanterías del hogar; un sentido de posesión que refleja muy bien el siguiente dicho popular: “hay dos clases de tontos, los que prestan los libros y los que los devuelven”. El libro es un objeto que, una vez leído, se conserva con cariño”.
Observación del economista con la que concuerdo, sumado a que muchísimas personas a medida que avanzan en edad, tienen dificultades en la visión y “ojo seco”, los cuales generan más molestias al leer en pantallas con luz, a diferencia del papel, con el cual hay incluso impresiones que estan usando laminas opacas que no generan molestias.
Investigaciones han demostrado que existen personas que no sienten poseer un eBook, a diferencia del papel, que pueden tocar e incluso usar como adorno en sus casas u oficinas, y en algunos casos, son “recuerdos” de familia que incluso pueden conllevar un autógrafo del mismo escritor o una frase afectiva si ha sido regalado.
Los libros electrónicos son producto de la conectividad, surgida espontáneamente, respondiendo al deseo de comodidad, rapidez en su obtención y facilidad para ser leído en muchos dispositivos (celulares, tablets, smartphones, lectores de eBook, laptops, etc) y en cualquier lugar …donde haya internet. Cargar un libro resta holgura y espacio. Tener muchos libros ya no es práctico para las viviendas pequeñas que están habitando la mayoría de personas.
Al finalizar la conferencia en Librería UCA se concluyó que dada la conducta del mercado que lee, lo más conveniente para los escritores es publicar tanto en versión impresa como electrónica. En lo personal considero que los eBooks han contribuido a que los jóvenes lean más, ejemplo de ello son todas las apps que comercializan novelas, cuentos, entre otros cuyos escritores y lectores son públicos adolescentes y menores de treinta años.Ya sea en papel o en la pantalla de una tablet u ordenador, lo importante es leer. ¡Hasta la próxima!
Médica, Nutrióloga y Abogada
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