Por El 24 de mayo de 2007 el Primer Ministro de Japón, Sr. Shinzo Abe, en el marco de una conferencia internacional organizada por el periódico Nikkei, invitó a la comunidad internacional a sumarse a la estrategia “Cool Earth 2050”; la propuesta se enmarca en tres aspectos fundamentales: a) en el 2012 finaliza el plazo para alcanzar los objetivos del Protocolo de Kyoto; b) a pesar de los esfuerzos realizados, el efecto invernadero y el calentamiento global es una amenaza plausible y posible; y c) el Primer Ministro japonés, “como líder político que tiene responsabilidades por el futuro, está profundamente preocupado con los temas globales medioambientales, particularmente con el cambio climático”.
La propuesta cuenta con tres estrategias de largo, mediano y corto plazo (reducir la emisión global de gases a la mitad, desarrollo de tecnologías innovadoras y marco de acción) y con tres principios para establecer un marco de acción (tres principios de Abe): 1.- Los principales países contaminantes debe ir más allá del protocolo de Kyoto; 2.- Se debe actuar con flexibilidad y diversidad, contextualizando en cada país las estrategias; y 3.- Es necesario compatibilizar la protección del medioambiente con el desarrollo económico.
Estas ideas sencillas y profundas me las compartió el Excelentísimo Embajador de Japón en El Salvador, Sr. Akio Hosono, quien además me ilustró con ejemplos cotidianos de medidas a tomar en Japón, por ejemplo: utilizar ropa más liviana para disminuir uno o dos grados los aires acondicionados; esto, además de impactar positivamente en el medioambiente revoluciona la industria textil, buscando innovaciones en productos acordes con las exigencias.
La determinación y pasión por el medioambiente, y en él, por la humanidad del Primer Ministro Abe se descubre en sus tres propuestas y tres principios, y en la ideas que hilvanan su discurso, entre las cuales destacamos: a) los seres humanos estamos consumiendo rápidamente los preciosos recursos que se han producido en millones de años; b) el calentamiento global está fuera de toda duda; c) el mundo entero debe participar con acciones que vayan más allá del Protocolo de Kyoto; d) es posible mantener el crecimiento económico mientras se promueve la reducción de emisiones a través de la unión de la sabiduría humana para el desarrollo de nuevas tecnologías y la reforma de vida social; e) el calentamiento global es un problema del mundo entero; f) no desperdicies lo que es valioso (“mottainai”); g) hay sólo una tierra, y no existen fronteras nacionales para el aire; h) la clave para alcanzar la compatibilidad entre medioambiente y economía es el desarrollo tecnológico; i) la población debe reexaminar su estilo de vida (vestir casualmente, reducción de basura, ahorro de energía, etc.); entre muchas otras.
El sueño de Shinzo Abe, “un país precioso”, se cierra con una pregunta que nos interpela: ¿no deberíamos transformar nuestra civilización para que la humanidad continúe la senda del desarrollo mientras convivimos armónicamente con el medio ambiente global?, y más allá del discurso y de las nobles intenciones cada uno de nosotros debe aportar su granito de arena preguntándonos: ¿qué podemos hacer en nuestras casas, en nuestra vida cotidiana para colaborar activamente con la visión de Abe?; partamos de tres acciones concretas: 1.- no desperdiciar agua ni energía; 2.- reciclar todo lo que podamos; 3.- compartir nuestras ideas con amigos y familiares, buscando que ellos participen activamente en este proyecto global.
No esperemos que el gobierno o las grandes empresas “decreten” acciones ambientales, o nos inviten o manden a participar; tampoco esperemos pasivamente el caos que se presagia como testigos inertes; tomemos la iniciativa en la familia y en la escuela ya que el futuro está en juego. (Mayo de 2007. Se republica para exponer el pensamiento de Shinzo Abe en favor de la humanidad y honrar su memoria).
Investigador Educativo/opicardo@asu.edu