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Radiografía macroeconómica de una Rusia en guerra

Una vez sancionado Gazprombank, el rublo se ha devaluado a sus niveles más bajos desde marzo de 2022. Aunque no sea algo necesariamente negativo de momento, es alarmante por ser otra presión inflacionaria y de cara a una eventual alza de las importaciones en caso de paz por la pérdida de poder adquisitivo. La situación en general no es crítica, pero es menos estable que antes, y es claro que Rusia no saldrá intacta económicamente de esta guerra.

Por Rommel Campos
Analista temas internacionales


Esta columna está dirigida a colegas economistas y a toda persona que quiera formar parte del diálogo. Si no se busca entrar en pormenores teóricos, el lector puede pasar a los últimos párrafos de conclusiones. Bienvenidos una semana más.

El tanque de pensamiento ruso “Centro de análisis macroeconómico y previsión a corto plazo” publicó un revelador informe del estado de la economía rusa tras casi 3 años de guerra en Ucrania con el que podemos extraer un interesante análisis.

El crecimiento del PIB se estancó durante el primer año de la guerra, pero ha aumentado desde 2023 gracias a la producción de la industria de guerra (no gracias a bienes de consumo o de dinamización económica, importante acotación), pero que en el último trimestre se ha estancado nuevamente en valores cercanos (en índice agregado de producción 2019 = 100) a 115. 

La inflación es superior al 8% pero va desacelerándose gracias a una increíblemente alta tasa de los tipos de interés del 21%, aunque preocupante, podríamos decir que es aceptable considerando la cantidad de sanciones a las que se somete a Rusia.

Por otro lado, la utilización de la capacidad instalada de la economía en su conjunto ha superado el 80%, esto desmiente en gran medida a aquellos que argumentan que Rusia no esté movilizada industrialmente y produciendo al máximo en varios sectores. Se encuentran en una economía de guerra parcial evidentemente. Es importante mencionar que esta elevada actividad económica también haya hecho subir los salarios reales de la población y el empleo, algo que entraña un gran problema para Rusia.

Son datos que nos indican una economía rusa que adolece las consecuencias de la guerra económica que se hace por medio de las sanciones y de la dura exigencia de sostener una guerra como la que han planteado en Ucrania. Pese a todo, también vemos una economía que saca músculo, quese ha sostenido y ha sabido sortear los retos económicos de forma muy admirable gracias a su gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina. Pero, todo indica que tienen lo necesario para entrar en una crisis. Interpretemos a Rusia como un gimnasta que está levantando un gran pesa, hace mucho esfuerzo, la sostiene pero que se ha empezado a cansar.

Ya que los salarios reales han aumentado por el crecimiento de la actividad económica, los rusos están ahorrando y consumiendo más, algo que sería positivo de no ser que más consumo significa más inflación. Para intentar controlar la inflación los rusos están evaluando subir sus tipos de interés al 25%, algo que los realizadores del informe consideran los llevará a la recesión por el freno que tendría la actividad económica. 

Aunque lograran frenar el consumo en el corto plazo gracias a esto. Si la guerra llegase a terminar, la población se volverá propensa a gastar su ahorro pues el nivel de incertidumbre disminuiría (riesgo), todo el ahorro de la demanda agregada tendería a volverse consumo en el medio plazo generando presiones inflacionarias en una economía que estaría en o rozaría la recesión, están de camino a una posible estanflación.

Para terminar de complicar las cosas, Estados Unidos sancionó a Gazprombank. Este banco se había mantenido al margen de las sanciones y había sido ocupado como una ventana al sistema financiero internacional, algo vital para mantener a flote el rublo por la entrada de divisas extranjeras y la demanda de rublos que Rusia imponía al exigir sus pagos en su moneda. 

Aunque artificialmente, gracias a puros fundamentos macroeconómicos (y al congelamiento de capitales para evitar su fuga) los rusos tenían en pie al rublo en un punto óptimo para las exportaciones a la vez que seguían un proceso de sustitución de importaciones gracias a las sanciones.

Una vez sancionado Gazprombank, el rublo se ha devaluado a sus niveles más bajos desde marzo de 2022. Aunque no sea algo necesariamente negativo de momento, es alarmante por ser otra presión inflacionaria y de cara a una eventual alza de las importaciones en caso de paz por la pérdida de poder adquisitivo. La situación en general no es crítica, pero es menos estable que antes, y es claro que Rusia no saldrá intacta económicamente de esta guerra.

La enorme presión que Rusia ha puesto en Ucrania con una descomunal ofensiva otoñal ha sido respondida con presión, fuego contra fuego. Se autorizó el uso de misiles de largo alcance al interior de Rusia, a la vez que la guerra económica se agudiza, entramos en una escalada. Todo esto es peligroso pues puede darle más motivos a Rusia para negociar o, todo lo contrario, motivos para querer devolver los golpes y prolongar un conflicto en el que lleva la ventaja en el campo de batalla. La guerra de Ucrania ha entrado en una fase decisiva.

Analista de temas internacionales.

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Invasión De Rusia A Ucrania Opinión

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