Martes 21 de febrero de 2023. El presidente ruso Valdimir Putin pronunció, durante 2 horas, un discurso a la nación delante de una audiencia compuesta de los dirigentes de Rusia, tanto como de las regiones que componen este subcontinente.
A dos días de la celebración del “Día de la defensa de la Madre Patria”, que conmemora la creación del Ejército Rojo el 23 de febrero de 1918, Putin pronunció un requisitorio anti-occidental, como tratando de contestar a la visita del presidente Joe Biden a Kiev, de mucho simbolismo y apoyo a la resistencia a la invasión rusa.
Ahora bien, Vladimir Putin nos permitió entrever su visión y entendimiento del mundo, ya sea de convicción o solamente oportunista: durante dos horas, el líder del Kremlin quiso derribar el concepto del agresor. Sería "el Occidente " quien habría provocado la reacción rusa, siendo responsable de "una escalada " con un objetivo : "infligir una derrota estratégica a Rusia".
Pero los europeos y los Estados Unidos, así como países aliados como Japón o Canadá, no están en guerra contra Rusia, sino que apoyan un país atacado por Rusia desde el 24 de febrero pasado en violación de todos las normas y reglas del derecho internacional.
Sin embargo, Putin se mostró “obligado” a responder a la voluntad agresiva de un Occidente que apoya a lo que, según él, es un "régimen neo-nazi " en Ucrania, soslayando que se anexó Osetia del Sur y Abkhazie en Georgia a partir de 2008, de Crimea en 2014 y obviamente de la regiones del Donbass el 22 de febrero de 2022, de Luhansk, Donetsk, Kherson y Zaporiya. Así el líder del Kremlin justifica los conflictos e intervenciones rusas, haciendo prevalecer un “principio preventivo”. Pretende de esa manera montar un círculo vicioso sin fin, mientras intenta reconstituir el impero que hubo, hasta 1990, bajo la tutela de la ex-Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en Europa Oriental, tanto como con alianzas en Asia Central.
“Prevenir” lleva una interpretación o un prejuicio sobre el carácter de los regímenes que ataca: acusa a Ucrania de "neonazi ". Obviamente, bajo esta lectura, cualquier acto nutre esta dinámica: el hecho de que tanques alemanes leopardos lleguen pronto a Ucrania, para él, borra los 70 años que pasaron desde 1945, en el final de la Segunda Guerra Mundial y la caída de Hitler.
Para entender, en Europa, si Francia y Alemania no hubiesen construido las bases de una alianza inscrita ahora en las conciencias, si Italia no hubiese hecho lo mismo con sus vecinos, estarían estos países todavía en una confrontación, operacional o intelectual. Pero es el punto de partida de Vladimir Putin dirigiéndose a sus pueblos y dirigentes, tratando de convencerlos de que su posición es correcta, tanto como el uso de las armas y la invasión. De hecho, las presenta como “instrumento de paz”, usadas por prevenir una guerra cuyas condiciones hubiesen crecido sobre un tejido de provocaciones (políticas, retóricas, económicas) de un Occidente que sería obligatoriamente el agresor.
Según esta lógica, que se inspira en gran parte en los fundamentos ideológicos del régimen de la ex-URSS, anunció varios puntos :
—La ofensiva rusa en Ucrania sigue.
"Por garantizar la seguridad de nuestro país, para eliminar las amenazas que llegan de un régimen neonazi existente en Ucrania (..) se decidió llevar a cabo una operación militar especial. Y vamos a resolver, paso tras paso, cuidadosa y metódicamente, los objetivos que están planteados frente a nosotros", afirmó. Justificó una vez más el ataque contra Ucrania por "defender los habitantes de nuestras regiones históricas, para eliminar una amenaza que proviene del régimen neonazi en Ucrania".
—Occidente es el responsable de la escalada
" Las elites de Occidente (…) buscan influir una derrota estratégica a Rusia". La extensión de la OTAN en Europa del norte , con países como Finlandia o Suecia (aunque todavía Turquía no dio su respaldo), participa de esta lógica.
—Las sanciones serian un fracaso
Rusia conoce una contracción de su PIB de 2.2%, menos de los que estaba anunciado en septiembre pasado, cuando el banco central ruso esperaba una baja alrededor del 3%. Rusia reorientó sus exportaciones de hidrocarburos hacia Asia, esencialmente China e India. Pero no se puede ocultar una baja de 60% de compras de vehículos, siendo un indicador dentro de otros, del nivel de consumo y del poder vivir de la población.
—Retorsiones
Buscando galvanizar la nación, anunciando apoyos a colectividades territoriales, proyectos en infraestructuras, agradeciendo a todos los sectores de la sociedad involucrados en el conflicto, Putin no olvida los términos de la seguridad global: anunció la suspensión de la participación de Rusia al tratado "New Start (Strategic arms reduction talks), sobre la limitación y el control de los armamentos nucleares.
Jens Stoltenberg, el Secretario General de la OTAN, calificó de "irresponsable" esta decisión unilateral que hace siempre entrever el riesgo nuclear en consecuencias últimas del conflicto.
Garantizar una coherencia y cohesión social tanto como la civilización, seguir con las operaciones militares justificándolas por una prevención a una supuesta agresión occidental, galvanizar los sectores directamente involucrados por la guerra, acelerar una diversificación económica para poder guardar el rumbo, intentar desbordar sus adversarios abriendo espacios en el tratado de control y limitación nuclear tanto como sobre flancos nuevos geográficos, asiáticos o africanos, constituyen tantos ejes y prioridades subrayados por Putin. Su alocución ha sido lógicamente, a un año del principio de la guerra en Ucrania, que llama "operación militar especial", un requisitorio anti-occidental.
¿El objetivo? Inscribirse en una visión maniqueísta, es decir, entre el bien y el mal. Y obviamente, para Putin, su acción representa el bien, protegiéndose detrás de una lógica preventiva que finalmente permite todos los abusos.
Politólogo francés y especialistas en temas internacionales