Por La Conferencia de Múnich, en Alemania, se ha convertido en el “place to be” en materia de reflexión internacional sobre los temas de seguridad. Con la presencia de 30 jefes de estado y de gobierno, entre ellos la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán Olaf Scholz. Participan además un centenar de ministros y representantes de países, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, sus homólogos norteamericano Antony Blinken, el ucraniano, Dmiytro Kuleba, sin olvidar al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Este foro se inscribe en el espíritu anglosajón de encuentros bastante informales, pero contando con la presencia de líderes, abriendo y manteniendo canales de discusiones y diplomáticos. Son en realidad, indispensables para prevenir conflictos o impedir una extensión incontrolable, tanto como para mandar mensajes sin comprometer a los Estados.
A un año del lanzamiento de la ofensiva rusa contra Ucrania, el 24 de febrero de 2022, se está renovando el compromiso en favor de Kiev, tanto como se esta estableciendo el balance de la ayuda militar, financiera, logística.
De hecho, por primera vez, la vicepresidenta Harris acusó a Rusia de haber cometido “crímenes contra la humanidad” en Ucrania. “Estados Unidos ha establecido formalmente que Rusia ha cometido crímenes contra la humanidad en Ucrania”, declaró la vicemandataria.
La guerra a las puertas de Europa, tanto como las tensiones reforzadas actualmente entre Washington y Beijing, ocupan el espacio de una conferencia que reúne cada año, a líderes mundiales sobre los temas relativos a la defensa y la seguridad que fuesen regionales tanto como globales. Y por cierto, a un año del conflicto ruso-ucraniano, no existe ninguna perspectiva de reanudación de un diálogo. Bien al contrario.
El propio presidente francés afirmó que se tenía que " garantizar la derrota de Rusia", obligando a Europa a una inter-operabilidad con la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y reforzar su propios medios de defensa, contando con una producción europea. Esta visión completa la del secretario general de la OTAN, que dijo que "debíamos que estar preparados para el largo tiempo", pudiendo dicha situación "durar numerosos años".
El suministro de armas tanto como las sanciones contra Rusia siguen estando en el centro de la realidad, tomando en cuenta que se está esperando para el 24 de febrero próximo un nuevo " paquete" de sanciones.
Este foro se inscribe también en un medio ambiente de tensiones sino-americano después del derrumbe de globos por encima del territorio norteamericano. Este nerviosismo se produce en un momento crucial para los europeos, mientras están esperando convencer a China de hacer presión sobre Moscú, para que se puedan encontrar espacios de un diálogo.
En noviembre pasado, Olaf Scholz se encontró con el presidente Xi Jinping mientras el presidente francés confirmó una visita a China, durante " el primer semestre" del año.
Revela esta situación cuánto el conflicto en Ucrania sobrepasó las fronteras, en término de consecuencias.
“Lo que está pasando hoy en Europa podría pasar mañana en Asia”, advirtió Stoltenberg. Pekín está “mirando de cerca” para ver la “recompensa” que recibe Rusia “por su agresión, agregó en un panel de la Conferencia de Seguridad de Múnich junto con el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, y la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen.
“Si gana Putin (…) habrá impactado en las decisiones y los cálculos que está haciendo Pekín en su mundo. Así que se trata de nuestra seguridad global. No se trata de seguridad regional”, subrayó.
Stoltenberg llamó a no cometer con China “el mismo error” que con Rusia, en referencia a la dependencia de productos y materias primas que Europa se ve obligada a importar.
Por su parte, el presidente francés razonó que " ya no es la guerra de los europeos y europeas… Concierne el planeta entero", tanto en los campos económicos, financieros, industriales. La guerra en Ucrania sumergió las rutas comerciales desde hace un año. Recordamos de la alerta que lanzó en junio pasado el presidente de Senegal, Macky Sall, sobre una posible hambruna en África.
Wang Yi, máximo responsable de la política exterior china, aseguró hoy que “China seguirá haciendo esfuerzos” para lograr la paz en Ucrania, pero pidió a Europa “pensar con calma” qué se puede hacer para parar la guerra.
Por otra parte, se siente también, sobre el teatro de las operaciones, una forma de estancamiento a pesar de la batalla diaria en el frente este y en la ciudad de Bakmut. El presidente ucraniano no se equivoca al llamar a una aceleración del apoyo a su país, afirmando que la guerra se gana con "la velocidad" insistiendo sobre el hecho que no existe alternativa a la victoria de Ucrania, tanto como a Ucrania en la Unión Europea y en la OTAN".
Este mensaje ha sido completado por el llamado de Olaf Scholz de suministrar tanques. Mientras se considera que son decenas de miles de víctimas en ambos bandos, la OTAN previene sobre una posible nueva ofensiva rusa.
Rusia no fue invitada a participar en la conferencia est año. En 2007, Vladimir Putin había pronunciado una conferencia en la cual, por primera vez desde la caída de la ex-URSS, Rusia reafirmaba su voluntad en asumir una nueva dinámica de potencia, denunciando una "hegemonía norteamericana sobre las relaciones internacionales".
En 2008, Rusia intervenía en Georgia. Desde entonces, Crimea se volvió rusa y la guerra encendió parte de Ucrania. En este contexto, la Conferencia de Múnich permite medir el medio ambiente de la seguridad mundial ofreciendo posibilidades en completar, corregir, lanzar alertas con una preocupación desde su creación en 1963: construir un marco creíble de paz, estando preparados para poder contestar a cualquier amenaza inmediata contra la seguridad global.
Politólogo francés y experto en relaciones internacionales.