Durante los últimos 25 años, el Internet se ha sofisticado y se ha expandido de manera exponencial. Debido a su falta de regulación, los seres humanos hemos inundado el Internet con todo lo que somos, lo bueno, lo barato, lo caro y lo malo está allí: Aplicaciones, plataformas, websites de compañías, blogs, redes sociales, portales transaccionales, noticias, videos, juegos, material educativo, arte, etc. Sin embargo, más del 90% de lo que está en internet es simplemente información, con muy poco nivel de conocimiento o reflexión, y mucho menos sabiduría. Hemos preparado una lista de atributos de la información que encontramos en Internet.
- La información es móvil, abundante e inmediata. Cualquier navegador muestra miles de enlaces web sobre el tema que buscamos.
- La información es accesible y en su mayoría es gratis, con excepción de aquellos sitios en los cuales se cobra una suscripción.
- La información en su mayoría es sucia, confusa, imprecisa, ilusoria y subjetiva.
- La información es mundial. A menos que el proveedor de Internet o los sitios web del país bloqueen su entrada, cualquier persona desde cualquier lugar puede acceder a cualquier plataforma.
- La información es viral. Con las plataformas de mensajería instantánea de las redes sociales, los datos que salen de un Smartphone pueden contaminar dañinamente o pueden encender la felicidad en cuestión de minutos a miles de millones de personas en todo el mundo.
- La información proveniente de las redes sociales, los navegadores y las aplicaciones es como un periódico gratuito en el que todos los titulares de las cuentas desempeñan el papel de periodistas inexpertos.
- La información no tiene filtros. No es revisado por ninguna autoridad, y depende de cada creador mantener la responsabilidad y la confiabilidad de esta. No hay un solo peaje que pueda percibirse como un procedimiento de filtro, o una malla parental o tamizaje lo que se puede subir o no.
- La información es escasa y dispersa para determinados temas educativos de profundidad académica; mientras que es copiosa y abundante para temas sencillos de nuestra vida cotidiana como cocina, moda, maquillaje o reseñas de productos.
- La información es vulnerable. Puede ser pirateada, incluso a nivel de transacciones bancarias financieras. Sin la seguridad cibernética adecuada, todo lo que publicamos en Internet es susceptible de daño.
- La información por suscripción online ha comenzado a crecer, pero nunca será rentable como lo era con el modelo tradicional. ¿Por qué? Por el aumento de la competencia que canibaliza los precios. Y porque cualquiera puede renegociar gratis la información en línea (la difusión en el mercado secundario es gratuita). Nadie quiere pagar por lo que encuentra gratis en otro lado.
- La información que encontramos en internet es difícil de ordenar, incluso a nivel académico de publicaciones. Requiere arduo trabajo de saber escoger las fuentes. Demanda enorme cantidad de horas para identificar las fuentes más confiables. A excepción de los libros y material revisado por autoridades académicas de prestigio, todo lo que busquemos debe ser revisado una y otra vez, antes de siquiera tomarlo como válido.
- La información en línea no está organizada sistemáticamente para nichos específicos de personas. Es un gran contenedor indefinido. El discernimiento para confiar en estos datos sólo viene con la experiencia.
- Finalmente, la información en línea aún de profesionales fidedignos puede ser manipulable por terceros, y puede ser dañada o distorsionada de tal manera que llega tergiversada a quien la busca.
¿Sabía usted que para buscar información fidedigna tiene que aprender a filtrar adecuadamente lo que lee en el Internet?
CEO-Founder Eleonora Escalante Strategy Studio Corporate Strategy Reflections, Arts & Publishing