No, no me refiero a aquellos Homo Sapiens que a la hora de votar se inclinan por los candidatos de izquierda, escuchan a Los Guaraguao o usan camisetas del Che, sino a aquel porcentaje de la humanidad (aproximadamente un 15%) que, por una variación genética, su “mano hábil” no es la derecha, sino la izquierda. Estuvieron de plácemes, ya que en agosto 13 celebraron el “Día Internacional del Zurdo”, condición la cual, en un mundo derechizado, no esa algo fácil de sobrellevar.
Durante mucho tiempo ser zurdo era todo un estigma, incluso revestía cierta aura de malignidad. De hecho, lo palabra “siniestro” con la que en el castellano designamos a lo perverso, oscuro, terrorífico o mal intencionado, proviene a su vez del italiano: “sinistra”, que significa…izquierda.
En la escuela, los pobres zurdos la pasaban realmente mal. Los profesores de antaño les intentaban quitar la “maña de escribir con la izquierda” a puro reglazo. A más de alguno le amarraban la mano izquierda al cuerpo para que no la pudieran utilizar en los dictados. Siendo que la cultura occidental escribe de izquierda a derecha, cuando eres zurdo tu antebrazo va pasando sobre lo recién escrito… ya se imaginan como va quedando en el papel ese reguero de tinta fresca cuando la manga de tu camisa se desliza sobre ella.
Pero ya pasó mucha agua debajo del puente y el mundo ha dado varias vueltas desde que la zurdera era mal vista; de hecho, ahora, los científicos reconocen que los zurdos tienden al desarrollo de una mayor creatividad y genialidad, para muestra un botón (o varios botones), zurdos fueron Albert Einstein, la curvilínea Marilyn Monroe, el ex presidente Obama, la exótica Lady Gaga, la radiante Marie Curie y el virtuoso Jimi Hendrix, quien, a falta de guitarras para zurdos, decidió tocar al revés una guitarra para diestros. Cosas de la vida.
¿Por qué hay personas zurdas? Tradicionalmente se pensaba que la zurdera tenía que ver con la actividad en el hemisferio izquierdo del cerebro durante el desarrollo del feto, pero investigaciones más recientes han establecido que se debe al proceso de desarrollo de la médula espinal. A las ocho semanas de gestación ya existen diferencias genéticas entre zurdos y diestros, provocadas por ciertos genes que controlan el movimiento de las extremidades. De ahí que el 67% de los fetos que se chupan el dedo de la mano izquierda crecen para ser zurdos. Así que esa condición no se trata de “desarrollo de preferencias” sino de epigenética.
Pero no todo es complicado, al menos si el zurdo vive en Japón y en alguno de los países de Commonwealth del Reino Unido, en ellos se maneja a la izquierda por lo que el timón va al otro lado. La historia sobre este curioso hecho va mucho más allá de que esos países sean “zurdo-friendly” a la hora de conducir, tiene una historia mucho más truculenta y, por su puesto, política.
Resulta que, en la Edad Media, para facilitar la libertad de movimiento durante los torneos, los caballeros tomaban las lanzas con la mano derecha y competían a la derecha del contrincante, por ello, cuando circulaban lo hacían por el lado izquierdo para somatarse adecuadamente cuando se encontraban en la pista del torneo. Pero la cosa no acaba ahí, cuando los pasantes comunes y corrientes caminaban por un pueblo o una calle rural, lo hacían por el lado izquierdo y la razón también era bélica… la espada les colgaba por el lado izquierdo del cinto, de esa forma, al circular por la izquierda, en caso de un ataque o defensa se desenvainaba la espada con la mano derecha.
Lo mismo pasaba con los cocheros, estos manejaban a la izquierda mientras el vulgo caminaba a la derecha. ¿La razón? Siendo el carril izquierdo solo para los privilegiados que tenían coches, estos podían avanzar más rápido sin estar esquivando gente, que se movía a paso de tortuga por el carril contrario. Algo como lo que ahora sucede con las caravanas de nuestros funcionarios, solo que en versión medieval.
¿Quién cambió eso? Pues los revoltosos de la Revolución Francesa. Luego de la caída de la Bastilla y de la afición por el uso de la guillotina que les había agarrado a los jacobinos, eso de parecer de la realeza era algo mal visto, así que por las dudas… empezaron a conducir sus carruajes a la derecha. En 1794 la costumbre de conducir a la derecha se convirtió en ley en Francia y poco a poco se hizo costumbre en el resto de los países.
Solo Inglaterra y el resto de los países bajo su influencia (quizás porque sus reyes conservan, hasta este día, la cabeza sobre sus hombros), continúan manejando a la izquierda ¡Bien por los zurdos!
Abogado, Master en leyes/@MaxMojica