Dentro de un año, el siete de mayo del 2024, la Fuerza Armada de El Salvador estará cumpliendo 200 años de existencia, lógicamente, la sociedad espera un grandioso Bicentenario. Una institución que fue creada en 1824 como “Legión de la Libertad”; su fundador, el General Manuel José Arce, fue un visionario estadista que le entregó al Estado salvadoreño un bastión para su soberanía y para la defensa de la nueva República.
Han sido hasta la fecha, 199 años de servicio permanente con múltiples aportes al país, razón por la cual el Bicentenario será propicio para: celebrar, recordar, valorar y resaltar esos 200 años de labor institucional; centrándose en la Fuerza Armada como un todo, y no en individualismos, ni hechos aislados, ni en determinados periodos de su historia.
La sociedad espera ser testigo de una diversidad de eventos en las festividades del Bicentenario; algunos podrían ser: develación de monumentos, publicación de libros históricos, desarrollo de actividades artísticas, exposiciones culturales sobre esos 200 años, foros y conferencias magistrales y ceremonias formales que le den estatura estratégica al Bicentenario. La misma sociedad debería tener un rol activo, uniéndose al esfuerzo del Bicentenario, como ejemplos, el sector académico, entidades de arte y cultura, medios de comunicación social, fundaciones, organizaciones no gubernamentales, países amigos, organismos internacionales y fuerzas armadas con las que han habido fuertes lazos de cooperación.
La historia es fiel testigo de los aportes de la Fuerza Armada al país, la mayoría en tiempos de paz, otros en periodos de guerra, muchos en casos de emergencias y desastres, todos enmarcados en los planos de la seguridad, defensa y desarrollo nacionales. Sin dejar de mencionar que este accionar se ha dado en los ámbitos nacional e internacional.
En la actualidad puede reflejarse esa integralidad del rol institucional; se aprecia a miles de hombres y mujeres en su entrega cotidiana al servicio de la Nación, y se ve a las unidades militares asumiendo con responsabilidad los roles coyunturales que exige el país. La Fuerza Armada siempre será ese escudo protector, cuya fortaleza se la da su marco legal, la profesión militar con sus atributos y el apoyo de la población.
Después de celebrar el Bicentenario, nada mejor que un plan de modernización de largo plazo, orientado a enfrentar los futuros desafíos, los nuevos retos y los próximos roles dentro y fuera del país. Un plan con fines ambiciosos, medios poderosos y métodos flexibles y ágiles, que le den larga vida a una Fuerza Armada granítica, sólida y fortalecida en sus tres ramas (Ejército, Fuerza Aérea y Fuerza Naval).
Es loable valorar el “espíritu de cuerpo” de la Fuerza Armada, habiendo sobrevivido a muchos intentos de difamarla y desestabilizarla a lo largo de estos casi 200 años, con señalamientos sin sustento y acusaciones falsas. Otros países han intentado conspirar para destruirla o manipularla, organizaciones internacionales le han hecho señalamientos falsos, algunos sectores de la sociedad la han atacado, acusado y vilipendiado sin obtener éxito; es más, desde dentro de las filas de la institución se ha tratado de socavar la solidez histórica castrense, fracasando en su intento. Sin embargo, la fortaleza primordial radica en el apoyo que recibe de la población salvadoreña.
Este siete de mayo es oportuno para rendir tributo a la Fuerza Armada por sus 199 años; y como “Día del Soldado”, es válido felicitar a los hombres y mujeres que actualmente sirven al país vistiendo con orgullo su uniforme militar. Especial mención para todos los veteranos que hoy recuerdan estoicamente esos días al servicio de la Nación, quienes por su experiencia deberían asumir algunos retos en este festejo nacional. También es digno rendir tributo a los héroes que ofrendaron su vida por El Salvador. ¡Loor a cada uno de ellos!
Esta síntesis tiene como propósito, resaltar la importancia del Bicentenario de la Fuerza Armada. No se pretende hacer un resumen histórico, tampoco mencionar hechos aislados, ni mucho menos señalar un determinado periodo de la evolución castrense. El sector militar de la sociedad se ha ganado su lugar, y vale la pena un Bicentenario a la altura; es una fiesta que se celebra cada 200 años y no un simple aniversario más.
General (r), exJefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada