El 21 de febrero de 1944, 22 hombres de la Resistencia antinazi, apátridas, judíos, armenios, italianos, españoles, búlgaros, rumanos, húngaros, comunistas fueron fusilados, temprano en la mañana por el ejército alemán en el monte Valerrien, cerca de París. Faltaba la única mujer del grupo. Los nazis no fusilaban en Francia a las mujeres. Bolga Bancic había sido transferida a Alemania. Fue decapitada el 10 de mayo de 1944.
Este grupo heterogéneo, apodado por los nazis “el ejército del crimen”, forma parte del honor de una nación, Francia, tanto como de los valores universales que nutren la Libertad. Tiene 23 caras, destinos. Un apellido: el grupo Manouchian. Recuerdo la importancia que tuvieron los inmigrantes en la Resistencia Francesa.
Célestino Alfonso, republicano español, 27 años; Olga Bancic, rumana, de 32 años; Joseph Boczor, húngaro, 39; Georges Cloarec, francés, 19; Rino della Negra prometedor futbolista, de 21; Thomas Elek, húngaro, 20; Maurice Fingerceig, polaco, 22; Spartaco Fontanot, italiano, 22; Jonas Geduldig, polaco, 26; Emerioc Glasz, húngaro, 41; Lajb Goldberg, polaco, 20; Szlama Grzyacz, judío polaco, 34; Stanislas Kubacki, comunista polaco, 36; Cesare Luccarini, antifascista italiano, 22; Armenak Arepen Manoukian, armenio, 49 años; Marcel Rajman, judío polaco, 20 años; Roger Rouxel, francés, 19 años; Antoine Salvadori, italiano, 24; Willy Schapiro, polaco, 34; Amedeo Ussiglio, comunista italiano, 33; Wolf Wajsbrot, judío polaco, 19; Robert Witchitz, francés, 20. Missak Manouchian, 38 años, apátrida, nacido en Anatolia en 1906.
Todos declarados “Muertos por Francia”, se sacrificaron, participando a actos armados contra los alemanes. Encarnan este espíritu superior de la entrega por causas superiores a la propia, en contra de la opresión y del crimen arbitrario, asumiendo actos armados y convencidos de que otros tomarÁn la llama de la resistencia después de su muerte.
El 21 de febrero pasado, Francia les rindió un homenaje solemne: haciendo entrar en el Templo de la República, el famoso “panteón” donde reposan 81 personalidades que representan los ideales de la República. Voltaire, Rousseau, Pierre y Marie Curie, Emile Zola, Alexandre Dumas, Jean Moulin reposan en este monumento, Francia les volvió inmortales.
Con los féretros de Missak Manouchian y su esposa, Melinee, los 23 entraron en la cripta republicana. Han sido miles los inmigrantes europeos, de Asia Central, que tomaron las armas para defender un país que estaba derrotado desde la firma del armisticio con la Alemania del Reich alemán el 22 de junio de 1940. Cuando el 3 de septiembre de 1939, Francia y el Reino Unido declararon la guerra a Alemania después de la invasión de Polonia dos días antes, pocos dudaban de la victoria de los Aliados.
La ofensiva alemana, durante la primavera de 1940, invasión de Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos anunció la batalla contra Francia. La invasión fulminante de mayo-junio 1940 del norte Francia, y el armisticio del 22 de junio, resonaron como un rayo.
Francia fue dividida en dos: el norte, toda la fachada atlántica estaba puesta bajo administración alemana; el centro y sur bajo un sistema francés, vestido de una legalidad, llamándose “Estado francés”. Su jefe era un mariscal, Philippe Petain, que se instaló en la ciudad de Vichy. Su encuentro con Hitler, en la ciudad de Montoire, el 24 de octubre de 1940, oficializo una política de colaboración del “Estado francés” con el régimen nazi. Pierre Laval, jefe de gobierno de Petain, organizó y amplió dicha orientación. A partir del 18 de junio, voces se hicieron oír para decir “No” a la derrota, “No” a la colaboración. “Sí” a la Resistencia, tanto en el interior tanto como el exterior. El General De Gaulle, que había sido las últimas semanas secretario de Estado a la guerra, fue a Londres a partir del 16 de Junio de 1940. Lanzó un llamado a la resistencia, el 18, a través la BBC. En el territorio metropolitano, grupos de resistencia se organizaron tanto en la zona norte como sur. Francotiradores, Combate, Liberación Sur; Organización civil, Liberación norte), ganando a raíz de los años de guerra en fuerza logística y operativa. En África tanto como en Asia, la Francia libre se organizó y pudo contar con apoyos. Fue Brazzaville, en el Congo, la capital de la Francia libre antes de ser Álger, en Argelia, a partir de 1942.
La Resistencia luchó contra la organización institucional del “Estado francés” de Philipe Petain, disfrazado de una apariencia estatal asociado un espíritu de sumisión. Para De Gaulle, los grupos armados que poco a poco lograron una unificación para transformarse en la “Francia libre y combatiente”, siendo gobierno provisional en 1944, lograron salvar el honor del alma de a nación, de un pueblo.
Missak Manouchian es uno de estos actores, con una densidad que da sentido a la vida. Nacido en Anatolia, en 1906, siendo parte del Imperio Otomano, será uno de los huérfanos, víctimas del genocidio armenio de 1915. Atravesando Siria y Europa para llegar a Francia, a partir de 1924 verá a su hermano morir de enfermedad en 1927. Obrero, verá la crisis económica de 1929, los disturbios de los años 1930 en Francia: movimientos nacionalistas intentando levar a cabo golpes de fuerza contra la República en 1934, la llegada de la izquierda al gobierno en 1936 con la figura de León Blum, la Guerra Civil en España, el reforzamiento de los autoritarismos y totalitarismos en Europa, la firma de los acuerdos de Munich en 1938, la guerra.
Militante comunista, era poeta en sus horas libres, a la par de su esposa, Mélinée. A partir de 1940, entró en la Resistencia, en el grupo francotirador-Maniobro inmigrante (FTP-MOI). Con varios camaradas de combates, llevará a cabo o coordinará acciones tales como el asesinato del coronel de las SS Julus Ritter, responsable del servicio de trabajo obligatorio, que enviaba a franceses a trabajar en Alemania. Se volvió famoso por “el afiche rojo”, instrumento de propaganda nazi publicado en febrero de 1944, para denunciarlos como ladrones, “extranjeros” enemigos de “los franceses”, con 9 otros de sus camaradas, aparecieron con su sacrificio último, como la representación de la grandeza de una Francia noble, digna y generosa.
Pocas horas antes de ser ejecutado, escribió una carta a su esposa, diciéndole: “Me había comprometido con el ejército de la Liberación en soldado voluntario, y muero a dos dedos de la victoria y de objetivo.. Felicidad a los que nos van a sobrevivir y saborear la dulzura de la libertad y de la paz de mañana. Estoy seguro de que el pueblo francés y todos los combatientes de la libertad sabrán honrar nuestra memoria con dignidad”.
Politólogo francés y especialistas en temas internacionales