¡Terremoto político en Francia! No más fueron conocidos los resultados de las elecciones europeas que tuvieron lugar el pasado 9 de junio, el presidente Emmanuel Macron anunció su decisión de disolver la Asamblea Nacional. Llamó a nuevas elecciones legislativas que tendrán lugar el 30 de junio y, para la segunda vuelta, el 7 de julio de 2024.
¿Cómo el presidente francés llegó a tomar esta decisión y por qué parece tan fundamental el próximo resultado electoral, que será histórico para los franceses?
Domingo 9 de junio pasado. Los 27 países miembros de la Unión Europea eligieron a sus representantes en el Parlamento Europeo; 720 parlamentarios repartidos en función de la población de cada país miembro de la Unión Europea. Los resultados hicieron aparecer una ventaja para el bloque del centroderecha y conservadores del Partido Popular Europeo (PPE) con 188 miembros. Fueron 136 para el partido socialista, 80 para los centristas y libérales y un reforzamiento de partidos de extrema derecha, nacionales y soberanistas, repartidos en tres fracciones, con 73, 60 y 52 miembros respectivamente. Los ecologistas cuentan con 53 miembros.
En Francia ha sido el partido nacionalista "Frente nacional" quien encabezó con un amplio margen dichas elecciones: una nueva figura política, Jordan Bardella, de 28 años de edad, presidente de dicho partido y sucesor de Marine Le Pen, supo capitalizar un discurso nacional, bajo la tutela de Le Pen. Alcanzo unos 31.47%. Es mucho mejor que el resultado de la coalición presidencial, "Necesidad de Europa", que, con 14.60%, llega apenas antes de la coalición socialdemócrata "Despertar Europa" con sus 13.83%. La extrema izquierda, "Francia Insumisa", unió 9.89% mientras la derecha republicana obtuvo 7.25%. El Frente Nacional confirmó no solamente su posición política nuevamente central, pero también, por primera vez desde que se han creado las instituciones de la V República Francesa, en 1958 gracias al general De Gaulle, una posición de líder. ¡Cuánto camino desde la memorable elección presidencial de 2002, mientras Jacques Chirac había sido reelegido con unos 82.21% en una segunda vuelta en contra de Jean-Marie Le Pen, el fundador del partido Frente Nacional que había obtenido 17.79%!
Concentrándose a través de los años sobre la inmigración, la pérdida de identidad, la inseguridad y la comunitarización de una sociedad que tiene la impresión de diluirse en una pérdida de puntos de referencias, el partido "Reunificación Nacional" logró estos últimos años consolidar sus posiciones políticas : en 2022, a raíz de las elecciones presidenciales, Marine Le Pen movilizó una segunda vuelta contra Emmanuel Macron, 41.45%, resultado nunca realizado hasta entonces, por una fuerza nacionalista en los últimos 70 años. Las elecciones parlamentarias que siguieron vieron 89 diputados, sobre 577, de dicho partido, entrar en la Asamblea Nacional. Emmanuel Macron no tiene mayoría absoluta en el parlamento. Con su partido político "Renacimiento", y aliados, el presidente cuenta con 250 diputados, es decir, una mayoría relativa, a diferencia de su primer mandato (2017-2022) durante el cual contaba con una mayoría absoluta de 308 miembros. Desde 2022, Emmanuel Macron debe negociar sobre cada texto de ley para contar con votos suficientes, realidad que nutrió una forma de malestar político. Por cierto, desde la creación de las nuevas instituciones a raíz del regreso al poder del general De Gaulle en junio de 1958, la V República rompía con la predecesora, parlamentarista.
Con un escrutinio mayoritario a dos vueltas, la voluntad consistía en dar al poder ejecutivo instrumentos parlamentarios que le procurarían la fuerza para llevar a cabo el proyecto sobre el cual está elegido el presidente francés, al sufragio universal directo.
La elección de Emmanuel Macron en 2017 representó una ruptura con tiempos políticos de alternancia entre fuerzas tradicionales de gobierno, acelerando una desaparición de puntos de referencias que supuestamente dejar un espacio nuevo, para la emergencia de una nueva gobernabilidad social y liberal tanto como europeísta. La crisis de las camisas amarillas en 2018-2019, sobre el sistema de pensiones, la presión migratoria tanto como el sentimiento de una pérdida acelerada de identidad sin ganar en influencia internacional, reforzó un malestar sumado a una cólera en un país que vive una congestión política.
Por primera vez, en Francia, desde 1958, una fuerza salida de la derecha nacional, euro-escéptica, que logró renovarse este último decenio, puede llegar al poder. El proceso hace pensar en la victoria de Giorgia Meloni en Italia en 2022, aliándose entre otras fuerzas con el partido de Silvio Berlusconi, "Forza Italia".
En Francia, las elecciones legislativas procuran el gobierno, responsable delante de la Asamblea: el líder del partido más importante representado en el parlamento está llamado a forma un gobierno. Este recibe un voto de confianza de los diputados. El mandato parlamentario es de 5 años, pero el presidente de la República puede, según el artículo 12, disolver la Asamblea. Este dispositivo fue usado hasta hoy 6 veces : en 1962, 1968, 1981, 1988, 1997, y ahora en 2024. Una crisis, pérdida de confianza, explican esta decisión que supone dar al Jefe del poder ejecutivo una nueva mayoría. Pero esta vez, la derecha nacionalista está a las puertas del poder. Tres bloques se están construyendo para una campaña relámpago para la primera vuelta, La izquierda, con la "Francia Insometida" del ultraizquierdista Jean Luc Melenchon se está uniendo en el "Frente Popular". El centro y aliados de Emmanuel Macron aparecen en "Juntos para la República".
El ex-partido neo-gaullista, "Los Republicanos", está en descomposición, entre los pro y contra, de una alianza con "Reunificación Nacional" que está constituyendo la coalición "Unión Nacional". Los sondeos le son por el momento favorables mientras la campaña empieza abriendo una incertidumbre sobre la mayoría parlamentaria que saldrá de las urnas. Y con ella, el programa económico tanto como europeo e internacional: ¿Cuáles serán las consecuencias sobre la relación con Alemania, y a través de ella, el impulso europeo?
¡Quedará Francia, un país motor en cuanto al apoyo a Ucrania, en su conflicto con Rusia? ¿Qué pasará con la alianza atlántica de la OTAN, la relación con los países de África y del Medio Oriente? Tantas preguntas que no tendrán respuestas antes de unas elecciones que lucen como claves para el porvenir de Francia, para su coherencia nacional, con repercusiones sobre el proyecto europeo, tanto como su posición sobre el escenario internacional. Más que nunca, la decisión de Emmanuel Macron resuena como un trueno, provocando un terremoto político del cual se espera una clarificación en las próximas semanas.
Politólogo francés y especialistas en temas internacionales