Por La Nau Gran es el área de la Universidad de Valencia, dedicada a un grupo cada día mayor de la población:las personas mayores de cincuenta y cinco años. Por diferentes razones, en todo el mundo, y también aquí, por automatización e integración de procesos, adquisición de empresas, reducción de personal, porque las empresas proponen prejubilacion con pactos específicos con los sistemas de previsión, por enfermedades crónicas que solo permiten trabajos a medio tiempo, o sencillamente, porque las personas deciden reorientar su vida y continuar cotizando desde otras profesiones, la alternativa para mayores de cincuenta y cinco años, que aun les faltan años para jubilarse, es continuar estudiando, o bien, retomando estudios que en su momento suspendieron.
El caso, es que en la “NAU Gran”, de Valencia hay más de cuatro mil mayores de 55 años matriculados en los setenta cursos que la Universidad de Valencia les ofrece, incluso con posibilidades de financiación y hasta devolución del dinero, si por alguna razón alguno tiene alguna dificultad para continuar.
Pero la preocupación por los mayores de cincuenta y cinco la descubrí en Alemania en los años Sesenta. Ahí existen las “Volkhochschulen”, que traducido al español significa “Escuela de educación superior para el pueblo”, como “Volkswagen” significa carro para el pueblo. Algo que, sin ningún tipo de sesgo, puede ser adquirido por cualquier persona. En el caso de las escuelas, cualquiera puede asistir a la gran variedad de cursos que ofrecen. Pero mi descubrimiento fueron los cursos preparatorios para la jubilación, pues se trata de una fase de la vida, nueva en muchos sentidos. El punto importante es la preparación necesaria para una reordenación conceptual, personal, familiar y profesional, y sobre qué hacer después de los 55 años.
Hace diez años presenté mi planteamiento, el que yo personalmente he realizado, en el libro: “Liberación a los 55, si puede antes, mejor, y si ya los pasó, con más razón”. Parte de que al llegar a esa edad, estadísticamente, ya se vivió la mayor parte del tiempo y con la sabiduría y la experiencia adquirida se tiene derecho a replantear la siguiente fase de la vida para ser más feliz.
Con lo que aquí dicen las noticias sobre los sistemas de pensiones, creo que es razonable pensar qué puede pasar y cómo prepararse para sobrevivir razonablemente con salud. El sistemas de pensiones de Noruega, de esto escribí en El Diario de Hoy hace tiempo, tiene inversiones en grandes compañías extranjeras que las hacen crecer rentablemente. Así los matrimonios pensionados noruegos que optan por vivir en Valencia tienen pensiones entre 2,000 y 2,500 euros cada uno.
Pero la cuestión es qué continuar estudiando, aprendiendo otra profesión o adecuando a los tiempos que vivimos la que se tiene. Aquí también es una obligación y lo será más en el futuro, porque para mantener una calidad de vida razonable se tienen y tendrán que completar los ingresos.
Conozco casos aquí que de una profesión han cambiado a otra después de jubilarse, porque a pesar de haber cotizado muchos años, las pensiones son insuficientes y, tanto, por ampliar los conocimientos, en algo que siempre se quizo hacer, como para asegurar una mejor calidad de vida, reorientaron o están reorientando su profesión, manteniendo viva la iniciativa de seguir aprendiendo. Y en Valencia, uno de mis amigos que siempre quiso estudiar historia, después que lo prejubilaron, se matriculó en la universidad y ahora se dedica a la historia.
Su jubilación, estimados amigos, debiera ser la fase más feliz de su vida haciendo lo que gusta. Y de ahí mi propuesta: disfrute su jubilación con sentido común.
¿Hay que prepararse para la jubilación? Definitivamente, para mantener su independencia económica y no dejarla ni en manos de sus hijos ni de las pensiones.
Ingeniero / pedroroque.net
Todo es más facil y más sencillo con sentido común