Después de un año, finalmente el Presidente de El Salvador envió por medio de su Ministro de Hacienda un proyecto de ley para reformar el sistema de pensiones, una promesa que hizo en tres ocasiones distintas pero sin cumplirla. Aunque tal proyecto aún no es público, se han hecho una serie de nuevas promesas que resaltan algunos “beneficios” que, ante la realidad del país, son completamente insostenibles en el tiempo y, según varios expertos económicos, la reforma representa ser un parche para el actual sistema de pensiones.
La realidad es que no hubo audacia con tal reforma, porque simplemente no les interesa, y tampoco existe futuro para las pensiones de todas las personas, en especial las más jóvenes. La esencia de esta reforma de pensiones es simple: algunos intereses políticos nos roban el futuro.
Crearon enormes expectativas con la reforma al sistema de pensiones, pero lo único que pueden empaquetar y vender por medio de su aparato de propaganda es un aumento de la pensión mínima de $304 a $400, y de ese anuncio populista surgen dos preguntas: ¿es financieramente sostenible? ¿Esto beneficiará a todos los cotizantes? Como siempre, hay más dudas que respuestas.
El dinero alcanza para producir videos animados que venden una falsa percepción de la reforma de pensiones, pero no alcanzará para lograr hacer efectivo lo poco que han revelado de dicha reforma. Sus mentiras y creación de falsas expectativas pisotean los sueños e ilusiones de miles de personas. Esto último les pasará factura, ellos lo saben y por eso necesitarán dilatar el proceso de esta reforma al menos hasta que las elecciones de 2024 concluyan.
Recientemente la Asamblea Legislativa conformó la Comisión Ad Hoc para el estudio de la reforma de pensiones que se envió desde la Casa Presidencial. Y aunque el oficialismo ha prometido participación de todos los sectores en este proceso, excluyeron a las fuerzas políticas de Nuestro Tiempo y Vamos de la comisión. La presidenta de la comisión debe, por responsabilidad hacia toda la ciudadanía, hacer de esta comisión un espacio inclusivo y transparente, y aunque esto último caiga en un saco roto, es importante dejar constancia de lo que ellos no hacen porque su acaparamiento del poder les hace hacer lo que ellos quieren y de la forma que quieren. En esta discusión está en juego un fondo de miles de millones de dólares como también la jubilación digna de miles de personas, no pueden tomarse decisiones desde la soberbia excluyendo la participación de otras voces.
Una semana después de que el Presidente anunciara la entrega del proyecto de ley, de que lanzara un spot publicitario con aseveraciones sin fundamentos claros, y después de la confirmación de la Comisión legislativa Ad Hoc que le dará estudio a dicho proyecto, la información sigue sin ser pública. ¿Por qué tanta opacidad?, ¿por qué esconder del foco público un proyecto que se cruza por el futuro de miles de salvadoreños?, ¿qué esconde el oficialismo? La forma y los tiempos son las que nos hacen comprender las verdaderas intenciones detrás de esta reforma, y hasta ahora son meramente políticas y populistas. Esta forma de gobernar y hacer política nos está robando el futuro.
Estamos frente a una propuesta de reforma de pensiones irreal y minúscula pero empaquetada desde el populismo. La realidad es que el gobierno seguirá echando mano a los fondos de pensiones, la cobertura no mejorará, la exclusión social seguirá igual, y la insostenibilidad financiera es latente. Esta reforma es a la medida de los verdaderos mismos de siempre, esos mismos que hoy buscan perpetuarse en el poder y que no escatiman en robarnos el futuro.
Comunicólogo y político