La evaluadora de riesgo Fitch, señala el economista y columnista de EL DIARIO DE HOY, don Manuel Hinds, dio una “aceptable” evaluación de nuestro país, ya que cumplió al vencerse el plazo para el pago de la deuda externa, lo que se hizo echando mano de los ahorros de los trabajadores y de parte de las reservas de la banca, que no tuvo más alternativa que ceder ante la presión conociendo como actúa el régimen cuando la respuesta a una petición es NO, equivalente a “vaya usted a freír espárragos a otra parte”.
Literalmente nuestro país hizo el equivalente a que un carpintero venda sus herramientas para pagar deuda o un pescador entregue los aperos para pescar: sin sus herramientas o aperos de pesca lo que el futuro depara a ambos es hambre, la incapacidad de ganar su sustento.
Se pagó hoy pero mañana no podrá el régimen pagar, a menos que ponga puntos de asalto en las carreteras para desvalijar a automovilistas, lo que en cierta forma ya está haciendo al inventar nuevos e innecesarios impuestos como el de la compraventa de inmuebles y multar a exfuncionarios por recibir bonos en sus previos empleos estatales, procedimiento —como ya se ha explicado en estas páginas— normal y lícito, equivalente a nombrar al exministro de Hacienda como delegado del país en el BCIE donde le pagarán veinte mil dólares mensuales por no hacer más que firmar papeles y asistir a reuniones.
Hemos señalado ya que la serpiente en el paraíso bukeliano es el déficit de ocho millones de quintales de granos, pues como consecuencia del descuido de la agricultura, las compras de granos a sobreprecio a mercaderes de Sinaloa, a lo que se debe agregar los nombramientos de ineficientes en Agricultura, no se ve como la gran hambruna podrá evitarse, más cuando ya la mitad de la población ha caído en la pobreza pero sin afectar a los que juegan algún papel en los cuadros del régimen.
La Cámara Salvadoreña de pequeños y Medianos Productores Agropecuarios alertó también que hasta 545,713 quintales de maíz y 18,360 quintales de frijol, sembrados en mayo, se han perdido por este invierno irregular.
Muchas familias pasan hambre, lo cual será peor en el futuro
A tal cuadro hay que sumar las consecuencias de la agresión rusa a Ucrania, que está afectando los envíos de granos al exterior y que son un escenario apocalíptico en el Medio Oriente y África entre otras regiones.
Una parcial solución es que las comunidades tomen sus propias medidas para sembrar y cosechar los alimentos que necesitan para subsistir, lo que se dificulta grandemente después que el régimen se embolsó los fondos del FODES que constitucionalmente deben distribuirse a las alcaldías, a lo que se agrega la ocurrencia de reducir de un día a otro el número de municipios, socavando los liderazgos naturales de pueblos y caseríos.
Si en la actualidad las familias en situación de pobreza difícilmente logran llevar pan a sus mesas, lo que amenaza a la población es muy grave pues los efectos de la “reforma agraria” impuesta al expresidente Duarte perduran ya que las tierras “colectivizadas” no pasan de ser potreros, como se contempla por doquier, como sucedió a la hacienda La Carrera, convertida hoy en día en potreros estériles…