La amenaza
Por un largo tiempo he advertido en este espacio que el mundo se asomaba a una inevitable crisis de liquidez y de ésta a una recesión probablemente más seria que la que comenzó en 2008, y que el gobierno debería de prepararse para enfrentarla, aumentando y protegiendo la liquidez del país. Todavía la semana pasada publiqué un artículo explicando por qué esta crisis era inevitable porque la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos, la Fed) tiene como objetivo principal la reducción de la inflación. Para reducir la inflación, los bancos centrales tienen que reducir la liquidez de la economía, es decir, la cantidad de dinero en circulación porque es el exceso de este dinero lo que causa el aumento de los precios. Supóngase que hay 110 millones de dólares listos para comprar cosas que, a los precios de hoy, valen 100 millones, los precios tienen que subir un 10% para que el mercado se equilibre, con 110 millones de oferta y 110 millones de demanda. Si los precios no se equilibran, la gente ofrecerá más para comprar hasta que se equilibren. Para evitar que el dinero en circulación suba, los bancos centrales tienen que evitar que los bancos aumenten su crédito, lo cual logran subiendo las tasas de interés.
El problema es que al subir la tasa de interés no sólo se elimina el exceso de demanda sino también se reduce la producción (por haber menos crédito), lo cual resulta en recesión.
En el artículo de la semana pasada expliqué que las subidas en los intereses no habían afectado la producción porque los bancos seguían dando crédito porque en los años anteriores, en los que la Fed había creado muchos dólares, habían acumulado mucha liquidez, que depositaban en la Fed misma. Pero, decía yo en el artículo, eventualmente esas reservas se acabarían y vendrían graves consecuencias.
El comienzo de la crisis
Al día siguiente de la publicación del artículo reventó el Silicon Valley Bank y el First Republic entró en graves dificultades. En los días siguientes otros bancos en Estados Unidos y en Europa empezaron a tener problemas graves, provenientes básicamente del problema que se generan cuando las tasas de interés suben. Los bancos tienen sus recursos colocados a plazos que son más largos que los plazos de sus depósitos. Muchos de sus depósitos pueden retirarse en el momento, mientras que los bancos tienen que cobrar los préstamos que han financiado con esos depósitos en plazos de meses y años. Al subir las tasas de depósitos mientras que las de préstamos se mantienen fijas, los bancos comienzan a hacer pérdidas, lo cual eventualmente lleva a una crisis. Para evitar esto, los bancos también hacen préstamos a tasa variable (la tasa de los préstamos sube cuando suben las de los depósitos) pero eso aumenta los préstamos incobrables.
Muchos piensan que la solución es que la Fed deje de subir las tasas de interés. El problema es que la inflación genera incrementos de intereses aunque la Fed no quiera. Las tasas de interés en Estados Unidos son libres. La Fed no las fija. Lo que hace es fijar una tasa de interés que es la que paga si los bancos depositan sus fondos con ella. Si, por ejemplo, la tasa a la que prestan los bancos es de 3% y la Fed dice que paga 5%, los bancos suben tu tasa de préstamo al menos a 5% porque les sale mejor depositar el dinero en la Fed al 5% que prestarlo al sector privado al 3%. El crédito al sector privado baja.
Pero esa no es la única razón por la cual las tasas de interés pueden subir. Si los bancos necesitan liquidez por alguna de mil razones, suben sus tasas para conseguir más depósitos. Eso pasa, por ejemplo, cuando hay inflación, porque la gente necesita más dinero para hacer sus negocios y piden préstamos más grandes. Para financiarlos, los bancos necesitan más depósitos, y suben sus tasas de interés. Con eso se genera un círculo vicioso. Al subir la tasa de interés, las empresas pueden producir menos y requieren más dinero, y eso sube otra vez las tasas de interés. A eso añádale un pánico, y usted tiene una crisis en sus manos.
Por eso, la Fed tiene que subir la tasa de interés, para cortar el círculo vicioso. Así, los intereses van a subir, llueva, truene o relampaguee, la liquidez se va a apretar en el mundo entero, y el gobierno de El Salvador tendrá que gastar mil millones de dólares menos al año si quiere evitar una crisis de falta total de reservas. No hay troles que puedan cambiar esto. El Fondo Monetario ya lo advirtió. Y la crisis ya está encima.
Máster en Economía
Northwestern University