Para realizar tu sueño debes despertar. No precisamente con el despertar de tus ojos sino de tu alma. El amanecer de la consciencia permite el amanecer de todos los anhelos. Cuando la gracia de amar despierte en ti, pide y te será dado… Si duermes con alguien puedes darle tus sueños. Si eres feliz junto al otro, será mayor la felicidad. Si compartes el pan, las mieles y la gracia del amor, nunca te faltarán. Comparte tu sueño despierto: Aquel que ve el espíritu. Los sueños más hermosos son breves cuando duermes y eternos cuando los vives despierto junto a quien amas y en el lugar que escoge tu ánimo. Son los anhelos que se cumplen al despertar, como flores nuevas sobre el llano, como los nuevos cantos de la creación y de las aves del firmamento. Hay más estrellas en el cielo cuando las vemos junto a la persona amada y más delicia de vivir en el fruto compartido. Madruga entonces a la vida. Entre más temprano lo hagas verás los últimos astros de la noche y las primeras luces de la aurora. Será el mismo amanecer de tus anhelos. Cuando también el alumbrado sendero amanezca ante ti para empezar a andar y que de esa manera te conviertas en camino, en despertar de la ilusión.