El amor, la voluntad y la paciencia

“En un viento huracanado, el amor se me escapó; y yo le dije vuelve pronto; pero el amor ya no volvió” (Maura Echeverría, maestra, poetisa y cuentista sensutepecana, nacida en 1936.  Se encuentra activa, escribiendo poesía y cuento infantil).

¡Oh, el amor!, la más bella y hermosa virtud humana, cómo te deseamos, precisamente en estos tiempos de angustia e incertidumbre.

Y tú, grandiosa voluntad, hermana de la disposición, sin tu accionar, los humanos seríamos unos seres indolentes.

Y sin la paciencia, jamás habría calma en nuestro espíritu.

Amor, voluntad y paciencia, son, pues, entre las virtudes, los más hermosos valores que debemos cultivar siempre, en aras de la salud mental.

Además de Maurita (así se le llama cariñosamente a nuestra poetisa), otros también le han referido al amor, como el Barón de Olway, que dijo: “Un amor inquieto, un orgullo insensato, una altanería presuntuosa son indicios de debilidad y de confianza en el mérito propio. La virtud sólida, los verdaderos talentos, la grandeza de alma, el honor verdadero, descansan tranquilos en sus justos derechos”.

 Amor, voluntad y paciencia, son, pues, normas enriquecedoras que  siempre debemos cultivar.

• Hay canciones populares que se refieren al amor, como ésta que dice: “Sin un amor la vida no se llama vida; sin un amor le falta fuerza al corazón; sin un amor el alma muere derrotada; desesperada, sin pasión; sin un amor no hay compasión…”. 

 Veamos ahora lo que famosos pensadores escribieron acerca del amor:

Ovidio: “El amor es siempre crédulo”.

• Eurípides: “El amor es el maestro más fecundo en recursos”.
• Virgilio: “El amor triunfa en todo”.

    Leibniz: “Amor es encontrar en la felicidad de otro la propia felicidad”.

          Cultivemos, pues, esas tres nobles virtudes del alma y del espíritu:

          El amor, la voluntad y la paciencia, tres normas de oro que brillan por sí solas en el firmamento de nuestra existencia, como estrellitas blancas que bajan del Cielo en una noche fresca, colmada de paz, de armonía, de contento y de bienestar total. 

          Recordemos que virtudes son todas aquellas normas que alimentan la razón y que ennoblecen nuestros pensamientos, sentimientos e ideas, fortaleciendo el ánimo y elevando la autoestima, ofreciéndonos un panorama alentador en la vida, que es breve, y que Dios nos la ha ofrecido como un regalo que debemos disfrutar.

El silencio, la amistad y el respeto

Silencio significa, serenidad, paz quietud, pasividad.

Amistad quiere decir solidaridad, cariño, amor, confraternidad, , hermandad.

Y respeto significa reconocimiento, aliento, consideración, amabilidad, afinidad, honestidad, decoro, lealtad.

Emile de Vos: “Amo y respeto a las flores que no han sido tocadas; y me parece que su perfume es más vivo cuando no han sido arrancadas del tallo que las vio nacer. Dejad las rosas en el rosal. Dejad los pajarillos en sus nidos, respetadlos … dejad la paz en los corazones.

¿Habéis tenido en alguna ocasión una fuente profunda sombreada por la selva apacible?”.

“¿Vuestra imagen se ha reflejado alguna vez en la celeste pupila de una joven virgen que vive en el hogar? Si vuestra alma se ha enternecido por lo que es casto y puro, habrá gozado inefablemente por no haber turbado la paz de la fuente abrigada en la sombría selva ni el corazón de la joven que habita el hogar paterno.  Ambos seres, pues, -las flores, las rosas, los pajarillos , la fuente y la selva apacible- son regalos de la Naturaleza; por lo tanto, respetadlos y amadlos”.   

Veamos lo que algunos célebres pensadores han escrito acerca del silencio:

• Calderón de la Barca: “El silencio es retórica de amantes”.
• Catón: “A nadie perjudicó el haber guardado silencio”.

Y sobre la amistad:

• Simón Bolívar: “No le profesa amistad verdadera y pura, sino quien, quien habla de verdad y le aconseja el bien”.

Y acerca del respeto:

• Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.
• Quevedo: “Ojo a los que viven de respeto ajeno, huyan mucho de que se les pierda”.
• “Mario Vargas Llosa es un escritor peruano (Arequipa, 1936), nacionalizado español, 1993).  Se inició con el relato “Los jefes” (1993). Alcanzando su madurez novelística con “La ciudad y los perros” (1962). Con creciente dominio de la técnica narrativa. Se inspiró en materiales reales (“Pantaleón y las visitadoras”, 1973). “La tía Julia y el escribidor”, 1977; “Literatura en los Andes”, 1993; “Los cuadernos de don Rigoberto”, 19 97, para abordar proyectos más ambiciosos en “La guerra del fin del mundo, 1981.  (Premio Cervantes 1994”.  (“Nuevo Diccionario enciclopédico LAROUSSE”. México. Sin año de edición). 

• Vargas Llosa acaba de editar el 26 de octubre de 2023 la novela “Le dedico mi silencio”, por lo que aún no ha venido al país, Y dice que es su última novela. Y está escribiendo, además, su último ensayo sobre Jean Paul Sartre.

• Estimados lectores, pongamos en práctica, pues, las normas del silencio, la amistad y el respeto, tres valores indispensables para un comportamiento correcto. No las olvidemos. ¡Sí, señores!

Maestro, psicólogo, gramático.