La vida: un circo de muñecos
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En mi pintura intitulada "Circo de Muñecos" (lienzo al acrílico) describo el viaje fantástico de los errantes artistas circenses de la vida, donde cada cual lleva un disfraz o maquillaje para divertir o hacer reír a las audiencias, al mundo y al mismo destino. Ya se trate del bufón de la risa perdida; del acróbata conquistando los aires; del osado domador de fieras; de bellas y exóticas bailarinas o del temible lanza-puñales, herido del costado -no por su propia mano- sino por cosas del amor o el infortunio. El tiempo no existe para ellos. Tanto para los dueños del anfiteatro como para las mascaradas de la felicidad. De las cuales todos formamos parte (muñecos del destino) ya de un circo famoso; pobre y peregrino o -finalmente- de la misma realidad. Viajeros actores de aquel circo errante de la ilusa existencia. Yendo de pueblo en pueblo, recorriendo la vida nadie sabe de dónde ni hacia dónde van. Igual que aparecen de la noche a la mañana -junto a la plaza central de la iglesia mayor- se largan furtivos sin que nadie les vea en medio de las sombras hacia otro amanecer del drama circense de la historia. En este inmenso coliseo donde se actúa la vida, la burla y el amor, la dicha o la tragedia. Así nos vamos por pueblos y avenidas, esperando ver en cartelera -con luces rutilantes- el título de nuestra propia escena, farsa y leyenda de títeres y actores.(Libros Balaguer: Librería UCA y La Ceiba).

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