Suscribirme
EPAPER Presupuesto 2025|Escuelas abandonadas|Harris vs. Trump|Torneo Apertura 2024|Espectáculos

Nacer o renacer la vida sollozando

.

Por Carlos Balaguer |

La vida -por raros designios- empieza en sollozos para el ser humano. Después de haber muerto “en vida” implica, por igual, volver a llorar al renacer. Tomás Briones -piloto veterano- iniciaba su semana de trabajo, surcando el aire, "cabalgando" su avioneta sobre Río Grande (Estados Unidos). De pronto, la máquina empezó a cabecear, amenazando caer. Algún desperfecto en los motores perturbaba su vuelo. Era, su majestad el Hombre, conquistando las alturas. Allá donde sus sueños de grandeza lo han elevado al infinito. El naufragio aéreo de Briones simboliza a nuestra misma civilización a punto de caer en pleno vuelo, luego de haberse alzado al firmamento. (Se teme que nuestra poderosa civilización caiga en el cenit de su gloria). Después de vanos esfuerzos, la máquina de Briones se precipitó a tierra. ¡Milagrosamente, su tripulante pudo salir ileso del accidentado aparato! Al darse cuenta que había escapado de morir, Briones se puso a llorar, como un recién nacido. ¿De alegría? ¿Dicha? ¿Dolor? ¿O de agradecimiento a la Divinidad por su salvación? Nadie lo sabe. El bebé al nacer, solloza e ignoramos si es miedo de llegar a la vida o a un mundo de esplendor y soledad. Cuando llores -ya a solas o ante Dios- puede ser un íntimo renacimiento de tu ser.

KEYWORDS

Filosofía Opinión

Patrocinado por Taboola

Inicio de sesión

Inicia sesión con tus redes sociales o ingresa tu correo electrónico.

Iniciar sesión

Hola,

Bienvenido a elsalvador.com, nos alegra que estés de nuevo vistándonos

Utilizamos cookies para asegurarte la mejor experiencia
Cookies y política de privacidad