Leyenda del hombre y la locomotora: A los que se fueron sin partir y a los que volvieron sin volver, dedico esta leyenda. Unos se fueron y otros quedaron. Unos buscando el porvenir y los otros, añorando el disipado perfume del ayer. Allá en las distantes estaciones de la vida, donde a veces partir o quedar era mentira. Como lo fueran acaso el tren y tú: ¡Tan sólo juramentos del viajero destino! Como lo son el triunfo, la dicha y el amor. Magos, comerciantes, artistas, amantes, soldados y cantores llegaron y se fueron de las ya borradas estaciones. Porque -al igual que un día arribaron desde lejos- otro día los arrebató el tiempo y la historia. A ellos: los ausentes y descendientes del sueño del pasado y del futuro, he dedicado esta leyenda del Hombre y el Locomotor. Como dice este cantar: “Trenes que se van tan lejos/ a veces regresan sin volver a ti/ Talvez volverán mañana/ si el mañana no es sólo ilusión de amor/ Una voz diciendo una promesa/ `volveré a tu lado´ y no regresa/ ¡Trenes que pasan y se van sin ti!/ Entre humaredas de lunas/ llegan sin llegar al porvenir de un sueño/ que llevaron de tus manos/ o que te dejaron al partir ayer/ No digas adiós. No digas nada/ Vete como sombra enamorada/ ¡Trenes que pasan y se van sin ti!” (XIX) (“Los Diez Días de la Flor de la Vida” ©C.Balaguer)
Trenes que pasan y se irán sin ti
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