Historias que importan, gracias a lectores como tú

El periodismo que hacemos requiere tiempo, esfuerzo y pasión. Cada reportaje es para mantener informado y contar historias que marcan la diferencia

Sucríbete y obtén acceso a contenido exclusivo

  
Suscribirme
EPAPER Donald Trump|Miss Universo|Diáspora salvadoreña|Pensiones|Torneo Apertura 2024

Trenes que no han de llegar, déjalos pasar

.

Por Carlos Balaguer |

“Trenes que no han de llegar, déjalos pasar” -dijo Joe Saturno al medio de aquella florecida eternidad del pueblo llamado “El Porvenir”. Miró en derredor, advirtiendo que no quedaba nadie más que él en aquella distante estación de trenes. Dudó que aquel extraño escenario fuera verdad, como -acaso de igual manera- el viaje de la vida era apenas cierto. “Viajas largo trecho por ciudades, valles, años y montañas y finalmente descubres que -al final del trayecto- no había más que una abandonada estación, rodeada de un florecido e ilusorio bosque de sakuras.” De pronto, una voz a sus espaldas dijo inesperada: “Todos quedamos solos, un día entre tantos. Ya sea al principio, después o al final de nuestro viaje.” Al darse vuelta se encontró con el rostro de una niña de suave tez, similar a las mismas rosas del cerezo, mirándole con una expresión de trágica felicidad. “Mi nombre es Gabriele y pinto las sakuras en flor en mis cuadernos de escuela -dijo. De esa manera quedan detenidas. Yo te conduciré al hostal donde habrás de hospedarte. Dicen que has venido a reparar el reloj de la plaza. Es mejor que no lo hagas. De hacerlo se habría de borrar la primavera en mis cuadernos y en el libro de la vida.” (V) (“Los Diez Días de la Flor de la Vida” ©C.Balaguer).

KEYWORDS

Filosofía Opinión

Patrocinado por Taboola

Inicio de sesión

Inicia sesión con tus redes sociales o ingresa tu correo electrónico.

Iniciar sesión

Hola,

Bienvenido a elsalvador.com, nos alegra que estés de nuevo vistándonos

Utilizamos cookies para asegurarte la mejor experiencia
Cookies y política de privacidad