Es el guion escénico de tu propio destino. El inmenso teatro del mundo exige actuar tu rol, ya sea éste estelar o secundario: En la dramaturgia de la realidad debes ser lo que eres; protagonizar el papel de tu propio destino. Y, por supuesto, hacerlo bien, sea cual sea. Así, el ciudadano normal actúa su historia o la que le han designado. En el peor de los casos se pasa la vida, escenificando el infrahumano libreto de un supuesto “sí mismo”. En unas, perdiendo o alcanzado sus éxitos y sueños. Olvidando la realidad vive la fantasía de su implantado destino. En otras, olvidando la fantasía vive al fin la realidad del proscenio del mundo. Sin el sueño estelar de su anhelo se consume en la eterna vigilia… Debe estar “despierto” ,pues, cumplidor de sus obligaciones y detalles protagónicos. Los sueños imposibles no se permiten dentro del guión social, sino únicamente dentro de la ficción o la irrealidad. Toda ambición estelar le costará la vida o el trabajo de actor. Lejos de ser Autor de Sí Mismo, el comediante pasa a ser Actor del otro Sí Mismo. Porque yendo incansable, actuando un falso papel, olvidó el suyo en el sendero de su felicidad…. De su felicidad escénica, claro está.
El guion escénico de tu destino
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