Historias que importan, gracias a lectores como tú

El periodismo que hacemos requiere tiempo, esfuerzo y pasión. Cada reportaje es para mantener informado y contar historias que marcan la diferencia

Sucríbete y obtén acceso a contenido exclusivo

  
Suscribirme
EPAPER Donald Trump|Miss Universo|Diáspora salvadoreña|Pensiones|Torneo Apertura 2024

Un día al despertar de un naufragio

.

Por Carlos Balaguer |

El marino trovador de esta historia recordó su lejano despertar de un naufragio. Cuando el gavión de oscuro maderamen en que iba se sumergió en las aguas bajo una fiera tormenta en altamar. Como el lejano pez ancestral que era, luchó por llegar a tierra firme, logrando salvarse de morir. Observó sus manos abiertas como aletones de tritón marino. Palpó en su pecho el palpitar del corazón, confirmando la vida. Pero -al ver en derredor del trágico destino- no la vio a ella. Su novia amada que robara el viejo mar. Sólo su sombra lloraba su ausencia junto a él. “Hemos muerto -dijo a su misma tiniebla. Aquel que fui se perdió en la lejanía. Sin ella estoy sin mí. En el umbral de más allá de la vida.” Entonces se quedó dormido por la fatiga. Después de algunas horas despertó llorando. “Siempre se llora al nacer” -le dijo un viento pasajero. Al despertar se vio sobre los riscos, golpeado y sin amor, como quedan algunos hombres de la mar. Que logran vencer al indómito piélago, pero que al final descubren “la triste gloria de alcanzar la victoria” al perder lo más amado. Desde entonces se quedó a vivir en los esteros de un viejo puerto de pescadores de perlas. Y atesoró muchas de ellas, que eran las mismas lágrimas de sus ojos. Esperaba ver volver un día de tantos a la mujer amada desde el oriente. “¡Es una locura!” -dijo su sombra. “Sí -le respondió el marino. Mi dulce locura me hace esperar lo que he perdido.” (X) (De: “El Mar de las Leyendas” C.B.)

KEYWORDS

Filosofía Opinión

Patrocinado por Taboola

Inicio de sesión

Inicia sesión con tus redes sociales o ingresa tu correo electrónico.

Iniciar sesión

Hola,

Bienvenido a elsalvador.com, nos alegra que estés de nuevo vistándonos

Utilizamos cookies para asegurarte la mejor experiencia
Cookies y política de privacidad