Se anunció recientemente el avistamiento de un cuerpo celeste -compuesto al parecer de oro y otros metales preciosos- vagando en el espacio cercano. ¿Podría alcanzar su ruta a nuestro planeta? preguntaron los astrónomos. ¡Sería una inmensa fortuna que cayera en la tierra! -pensarían algunos. Porque es el oro el codiciado metal que ha movido la Historia y la ambición humana. Por este valioso metal se han librado guerras, cruentas conquistas, invasiones, compraventas humanas, envenenamiento de ríos vírgenes, deforestación de selvas y ecosistemas… ¡La lista es larga! Pero, vale recordar unos versos que escribiera el cantautor argentino Facundo Cabral en una de sus baladas: “El diablo fue al mar/ a escribir la historia del mundo/ pero no había agua/ Dios la había bebido./ Juan Comodoro/ buscando agua/ encontró petróleo/ pero se murió de sed.” Según los naturalistas, la extinción masiva de vida en nuestro planeta -a finales del Cretácico-Paleógeno, hace 66 millones de años- fue producto del impacto de un asteroide gigantesco que cayera en Chicxulub, sobre la costa de México. El trágico evento astronómico oscureció los cielos, enfriando el planeta y destruyendo la vegetación. Esto produjo la extinción de los grandes dinosaurios que reinaron durante ¡135 millones de años! Todos perecieron ¡Salvo las aves! Humano “dinosaurio” del Antropoceno: ¡Vuela hacia la paz para no correr la misma suerte!
Asteroide de oro hacia la Tierra: ¿el fin del dinosaurio humano?
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