El misterio de la vida y la muerte; del tiempo y del espacio; de la omnipresencia del ser (en la dimensión temporal-espacial) fue vislumbrado por sabios e iluminados de la antigüedad así como por los modernos astrofísicos y naturalistas modernos, al deducir que la vida es un fenómeno universal. El sabio Buda sentenció: “Sé feliz porque cada lugar es ´aquí ´ y cada momento es ´ahora´”. Lo mismo descubrió el astrónomo de la antigüedad Giordano Bruno al desplazar el concepto heliocéntrico, determinando nuestra omnipresencia en el tiempo y espacio. Al referirse al Universo dijo “La circunferencia en ninguna parte y el centro en todos lados”. Es decir nuestro planeta -como cada uno de nosotros- es el “centro” del Universo. Ello nos remite además a la “Ley del Mentalismo” de Hermes Trimegistro (el de la Tabla Esmeraldina) la cual concluye que el universo es “mente” y como tal nosotros somos parte de ese vasto, incógnito y consciente universo y éste es parte nuestra. Concluiríamos que debemos sentirnos unidos a esa grandiosidad y eternidad del cosmos: Eres “Yo”y “Aquí”, no importa dónde ni cuándo te encuentres, tanto en el tiempo como en el espacio de la Creación. Es decir, somos eternos en la renovación y manifestación cósmica. <palabrasbalaguer.facebook.com>
Omnipresencia del ser en el tiempo y en el espacio
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