Cuando recordamos la vida, la muerte se olvida de nosotros. A sus 179 años el zapatero hindú Mahashta Murasi no le da importancia a batir récords como el hombre más longevo del planeta. Ya ha visto morir a todos sus hijos y nietos. No sólo es el hombre más viejo del mundo, sino también el que ha vivido más años a lo largo de la historia humana, de acuerdo a Guinness World Records. Las autoridades indias dicen que el hombre nació en una casa en Bangalore el 6 de enero de 1835. “De alguna manera, la muerte se olvidó de mí”, dijo el doble octogenario. “Ahora –agregó—no tenemos esperanza. Al mirar las estadísticas, nadie muere con más de 150 años, por no decir de más de 170. Llegado a este punto creo que soy inmortal o algo así…”, terminó diciendo. La vida, como la muerte, también suele olvidarnos cuando no somos nosotros quienes nos olvidamos de ellas. De pronto vuelve a nosotros el divino recuerdo. A veces olvidamos la muerte o ésta se olvida de nosotros. Como en el caso del hindú Mahashta Murasi. Somos el breve albor de la Creación. El tibio rayo de sol que sólo dura un amanecer. El hombre del futuro seguramente será como los personajes de las antiguas escrituras, que vivían cientos de años. ¿Será la criatura humana en su ascensión futura a la inmortalidad?
Mahashta Murasi: “La muerte se olvidó de mí”
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