La humanidad entra en la era de la ebullición" lanzó como alerta inmediata el propio Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, mientras la autoridad meteorológica mundial afirmo que julio de 2023 será "sin duda, el mes más caliente nunca registrado".
Hay temperaturas extremas en ciertas partes de los Estados Unidos, como en Arizona, canícula desde varias semanas en toda la cuenca del Mediterráneo, incendios devastadores que fuesen en Canadá, Grecia, Argelia tanto como en Asia. Los ejemplos no faltan para reforzar esta constatación climática, a la cual se agrega un reforzamiento del fenómeno "del Niño", agravando sequías y aumento de temperaturas.
"Para el planeta se trata de un desastre", añadió Guterres, subrayando que "la única sorpresa aparece en cuanto a la velocidad del cambio".
El Secretario General de la ONU lanzó este mensaje mientras las destrucciones generadas por restas situaciones climáticas hoy en día extremas provocan desde ahora muertos, accidentes, estragos. Ya se pueden proyectar transformaciones a raíz del siglo: que fuesen tecnológicas, económicas, sobre los modos de vivir, la adaptación a un fenómeno que se refuerza, vuelve inevitable. Los científicos, entre los cuales figuran los del GIEC (Grupo de Expertos Intergobernamental sobre la Evolución del Clima, encargado de evaluar y medir las causas y consecuencias del cambio climático), no paran en alertar. Las cumbres de las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) tienen la virtud de sensibilizar las opiniones publicas y definir las medidas que se deben tomar para evitar una situación que parece cada año más, ineluctable.
La última COP 27 tuvo lugar en Egipto en noviembre de 2022, confirmando las tendencias. A pesar de orientaciones conocidas y medidas tomadas en materia de producción y consumo en varios sectores, la degradación sigue. Los dos más importantes productores de Co2 siguen siendo China y los Estados Unidos (con una proporción, respectivamente de 32.9% y 12.6% mundial), el total siendo de 40.6 mil millones de toneladas.
Antonio Guterres, en la perspectiva de "la cumbre sobre la ambición climática" en septiembre próximo, llama a los países desarrollados a comprometerse en alcanzar la neutralidad carbono en el horizonte 2040, y 2050 para las economías emergentes. Según el ultimo informe del GIEC, el calentamiento del planeta, en comparación a los niveles antes de la industrialización, es de 1.2 °C. Podría alcanzar 1.5°C entre 2030 y 2052.
Los fenómenos naturales ganaron en fuerza: los incendios lo demuestran, tanto como las tormentas con su cortejo de tornados. A esto se agrega este año, de nuevo, el efecto del Niño, aumentando las temperaturas en el planeta. Aparece con una caída de los vientos sobre el océano Pacífico, favoreciendo un aumento de la temperatura del agua al superficie del mar: genera lluvias en las Américas, Asia central y en el este de África, creando inundaciones inéditas mientras las sequías aparecen en Australia, en el sur de Asia o en América Central.
Estos tres últimos años el planeta ha estado bajo la influencia de "la Niña", un efecto contrario, con un enfriamento del agua en el Pacífico. Hubiese tenido que general una baja de las temperaturas cuando para el periodo 2015-2022, por el cambio climático, estas mismas han sido de las mas elevadas de la historia.
Es la preocupación hoy en día del mundo científico que teme la aparición de un "súper Niño" por la coincidencia de estas dos situaciones. En Europa se observó una nueva anomalía: un aumento del agua en el Atlántico Norte: se acompaña de un derretimiento del hielo en el Polo Norte sobre un millón de kilómetros cuadrados. "La era de la ebullición climática" se instala en un contexto de relaciones internacionales tenso: las fuentes de conflictos convencionales no faltan. El clima vuelve uno de estos: acceso al agua, administración de las ciudades, transición ecológica acelerando el cambio de producción y comercial, tantos aspectos que vuelven prioritarios en el siglo que vivimos.
Politólogo francés y especialista en temas internacionales.