Por En la medida que colectivos y organizaciones feministas surgieron en América Latina y el Caribe, tomaron conciencia de la necesidad de encontrarse para compartir análisis sobre la realidad de los países, compartir y debatir desde la teoría y práctica feministas y poner en común experiencias, estrategias, logros y retos.
Estos encuentros han sido en diez países de la región con una periodicidad de tres años. El número de mujeres en cada encuentro ha variado entre 200 y 3000. En total se han desarrollo 14 Encuentros Feministas.
El Encuentro es un momento de consolidación del movimiento feminista de la región, produce sinergias en cada país, ciudad, comunidad, organización y grupo, el proceso preparatorio y post encuentro ha impulsado espacios de formación, debate y confluencia, que ha permitido ampliar y fortalecer redes y alianzas, fortalecer a las organizaciones y los movimientos de los que forman parte.
Los aportes y la relevancia histórica de los encuentros, son innumerables, desde su aporte a la construcción de los feminismos latinoamericanos, trascendiendo a lo nacional. Además de posibilitar el internacionalismo feminista, que han contribuido a la formación de redes, facilitadas por las interacciones que se realizaban al interior de los encuentros.
Han aportado al impulso fechas de movilización claves, como el 25 de noviembre día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (I EFLAC, 1981) y el 28 de septiembre día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe (V EFLAC, 1990), dos fechas significativas de los calendarios de lucha feminista.
Son una enorme influencia en la agenda feminista internacional, retomadas por instancias oficiales como la Asamblea General de NNUU que asumió esta jornada reivindicativa en su resolución 50/134 en diciembre de 1999, invitando a gobiernos, instancias internacionales y organizaciones no gubernamentales a desarrollar acciones de sensibilización contra la violencia hacia las mujeres en esta fecha.
Convertidos en espacios de reflexión teórica y posicionamiento político, también han sido un espacio para confrontar las diferencias y las discrepancias del movimiento, que han contribuido a pluralizar los feminismos, esta sería una de las dimensiones más importantes de los Encuentros.
Son intercambios de experiencias, para conocer las diferentes realidades que se viven en los diferentes países, las múltiples interrogantes, temáticas, debates y retos según el contexto histórico nacional, regional e internacional, posibilitan la construcción de alianzas políticas entre las feministas y sus organizaciones en América Latina y el Caribe, el desarrollo de acciones o campañas conjuntas, la movilización de debates, la interpelación de los estados, las alianzas con otros actores, etc.
Realizar el 15º Encuentro en El Salvador este año supone un reto para enriquecer al movimiento feminista salvadoreño. En 1993 El Salvador fue sede del 6º EFLAC, en un contexto para el país y para el propio movimiento feminista muy diferente. En aquel momento estaba saliendo de una guerra y el movimiento feminista era incipiente, se asumió el reto de organizar el encuentro con el apoyo de un comité de feministas centroamericanas.
En aquella ocasión el Comité Organizador Centroamericano enfrentó una fuerte campaña de boicot y desprestigio mediante diversos medios de comunicación, algunos hoteles clausuraron los contratos y muchas de las participantes enfrentaron detenciones en el aeropuerto cuando ingresaban al país. Pese a estas múltiples dificultades, el encuentro se realizó con normalidad.
El movimiento feminista salvadoreño ha crecido y se ha fortalecido. En la actualidad cuenta con una larga experiencia tanto en el trabajo organizativo como en experiencias de incidencia política y negociación. Es un movimiento amplio y diverso, que se va enriqueciendo con liderazgos jóvenes y que cuenta con experiencias muy positivas de articulación y coordinación con feministas de la región.
Abogada y defensora de derechos humanos.