España es mi segunda patria desde 1977, cuando solicité y me fue otorgada la nacionalidad española. Por eso lo de mi querida España.
Lo digo como español, porque me siento bien por la evolución del país, que conozco a lo lago de los últimos cincuenta años, desde el inicio de la transición política, en que España ha evolucionado en infraestructuras, desarrollo tecnológico, científico e industrial, el nivel de educación universitaria y de posgraduados, tiene miles de kilómetros de autopistas y la red de trenes de alta velocidad -320Km/h- más grande de Europa y es de los primeros países destino del turismo mundial, pionera en las energías renovables y destino de la inversión extranjera.
Finalizado el periodo del General Franco, España inició la etapa de transición hacia la democracia, en la forma de Monarquía Parlamentaria, que desde entonces ha venido funcionado sobre la base de la democracia, tanto en el gobierno central como los de las comunidades autónomas, pues España está dividida en 17 comunidades y cada una tiene su gobierno autonómico.
El primer partido político que gobernó España fue el Centro Democrático Social y el presidente, Adolfo Suárez, que gobernó desde 1976 hasta 1981. En la toma de posesión del siguiente gobierno, que iba a presidir Leopoldo Calvo Sotelo, se produjo un intento de golpe de Estado, dirigido por varios altos mandos militares, que terminó con la toma del Congreso por el coronel Antonio Tejero, con su famosa frase, “¡que se sienten, coño!”, dirigida a los diputados que no se sentaban, mientras sus soldados disparaban al aire.
Varios días después, hubo la manifestación más grande de la historia de España en defensa de la democracia. En Madrid, Barcelona, Valencia y en todas las ciudades españolas salió la gente a la calle en apoyo a la democracia.
Se convocaron elecciones generales y las ganó por mayoría el PSOE, partido socialista español y Felipe González, su secretario general, fue el presidente del gobierno de España desde 1982 hasta 1996, cuando perdió las siguientes elecciones frente al Partido Popular y fue elegido presidente José María Aznar. Este gobernó durante dos periodos hasta 2004, cuando seguramente hubiera ganado las elecciones para un tercer período, pero se produjeron atentados terroristas en varias estaciones de trenes unos días antes de las elecciones. Sorpresivamente, ganó las elecciones nuevamente el partido socialista obrero español y durante los próximos dos periodos, fue presidente, desde el 2004 hasta el 2011, José Luis Rodríguez Zapatero.
Las siguientes elecciones las volvió a ganar el Partido Popular y Mariano Rajoy fue presidente desde 2011 hasta el 2016, cuando el partido socialista y varios partidos pequeños se unieron, organizaron y ganaron una moción de censura al gobierno y fue elegido, a la par de varios acuerdos con otros partidos, el actual presidente Pedro Sánchez, quien el martes pasado propuso adelantar las elecciones generales al 23 de julio, por la debacle de su partido en las elecciones del domingo pasado, tanto en los gobiernos autonómicos, como en las alcaldías, pues los españoles molestos y hartos de los socialistas, votaron mayoritariamente al partido Popular y España vuelve a ser azul.
Al margen de quien ganará las próximas elecciones, la democracia en España se sigue asentando y son los españoles quienes ponen y quitan a sus alcaldes, presidentes autonómicos y al presidente del gobierno, a través de las elecciones generales de diputados, pues el partido que tiene más diputados elige al presidente del gobierno o se forma un gobierno de coalición.
Como en todas las democracias latinas, la española desde el principio viene contaminada de sus males crónicos, que los hubo y hay, como nepotismo, financiación opaca, corrupción y gestiones dudosas.
Pero convencidos los españoles de las ventajas la Democracia, la seguiran apoyando y fortaleciendo, pues con todos sus defectos, es el mejor sistema para la evolución de los países.
Ingeniero/pedroroque.net
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