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Mayores y jóvenes, complemento perfecto para emprender

Por Ricardo Panzacchi
Administrador de empresas

Diferentes estudios demuestran que los jóvenes están más dispuestos a emprender un negocio que los adultos. Un informe destacado del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) titulado “Potencial Futuro: La Perspectiva del GEM sobre el Emprendimiento de los Jóvenes en 2015” reveló que las personas de 18 a 34 años exhiben una iniciativa más pronunciada hacia el emprendimiento. Este estudio concluye que los jóvenes están 1,6 veces más abiertos a la idea de iniciar un nuevo negocio que las personas de mayor edad.


A medida que avanzamos en el año 2023 y comenzamos el 2024, observamos una transformación significativa, donde personas de entre 50 y 70 años se embarcan en empresas conjuntas con jóvenes de 30 años.
Las razones que impulsan el emprendimiento tanto para jóvenes como para adultos son muy similares a las del 2015:
• Una economía mundial que enfrenta dificultades.


• La necesidad de destacar en el competitivo mercado laboral.
• El acceso a la educación universitaria es cada vez más competitivo.
• La expansión de las redes.
• Los cambios y avances en la tecnología.
• Despido o jubilación forzada debido a la búsqueda de personal más económico.


Lo interesante de estas nuevas generaciones de negocios entre jóvenes y adultos es que ambos ven estas asociaciones como ventajas complementarias. Los jóvenes aportan ideas, motivación y energía, mientras que los más experimentados aportan conocimientos profesionales y una comprensión amplia del mercado empresarial.


Esta fórmula aumenta las posibilidades de éxito en el emprendimiento. ¿Veamos por qué?


Tomemos como ejemplo a un amigo de más de 60 años que, después de iniciar su carrera profesional como empleado y establecer con éxito una maquila de ropa que vendió, decidió emprender en una empresa de camisas con diseños europeos e importación de tela de España e Italia.


A pesar de su experiencia, carecía de la visión sobre lo que los jóvenes desean. Por ello, invitó a su hijo de 28 años a unirse a él y juntos perfeccionaron la idea. A su llegada, desarrollaron una página web y abrieron una tienda en un centro comercial con alto tráfico en San Salvador. Además, crearon su tienda en línea, participaron en la selección de diseños y tipos de tela a importar, se involucraron en la publicidad en línea y gestionaron todo lo relacionado con las preferencias de los mercados objetivos.


Este caso ejemplifica la sinergia exitosa entre la experiencia profesional de una persona de 63 años y la iniciativa creativa de un joven de 28 años.


Hoy en día, lo que debemos fomentar en nuestro país es el financiamiento de estos nuevos emprendimientos, ya que no todos tienen la ventaja de contar con los fondos iniciales como en el caso de mi amigo.


Les comento de este segundo caso, otro joven emprendedor, hijo de otro amigo, que, durante la pandemia, desarrolló lavamanos portátiles activados con el pie para evitar el contacto con las llaves y los instaló en lugares abiertos.
En este caso, un joven emprendedor que buscó la ayuda de su padre en la fabricación de los instrumentos y el ensamblaje de los lavamanos por su experiencia. Aunque tuvieron un gran éxito, carecían del efectivo suficiente para satisfacer la demanda.


La colaboración entre jóvenes y adultos en el emprendimiento no solo es una respuesta eficaz a las demandas del mercado, sino también; un potencial transformador real entre generaciones. Al apoyar financieramente estas alianzas, no solo estamos invirtiendo en ideas y proyectos, sino también; en la construcción de una nueva generación empresarial sólida y sostenible que beneficia a la sociedad.


Ya llegamos al momento de reconocer y respaldar este enfoque de colaboración entre generaciones como motor fundamental para el progreso empresarial y la conquista de metas compartidas en el emprendedurismo.
Tanto jóvenes como adultos son conscientes de que el camino hacia el éxito de un emprendedor no está exento de desafíos, y uno de los mayores obstáculos es la falta de financiamiento. Jóvenes con ideas innovadoras y disruptivas, así como adultos con experiencia profesional y empresarial, reconocen la importancia de contar con recursos adecuados para materializar sus proyectos. En este sentido, es fundamental que en nuestro país se creen entidades, fundaciones y proyectos con el respaldo de la banca nacional e internacional. Esto permitirá fomentar el respaldo financiero a estas iniciativas, impulsando la creación de fondos que faciliten a los emprendedores acceder a los recursos necesarios para llevar a cabo sus visiones.


Estos emprendimientos generarán empleos que, estoy seguro, contribuirán al deseo de la población de no inmigrar a otros países y crecer en nuestro bello El Salvador.


Por ello, en este artículo, aplica el refrán “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”.

rpanzacchi@ezybeez.com

Management & Marketing

McCoy College of Business

Texas State University

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Emprendimiento Opinión

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