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Girando las tornas

Para terminar, una cita más de la entrevista que venimos mencionando, concretamente, la respuesta a la pregunta sobre los valores que fundamentan la educación en su escuela: “Inculcar un sentido de responsabilidad personal en ellos, asegurarse de que entiendan que tienen poder sobre sus vidas y que no son víctimas, construir un sentido de resiliencia en ellos y en motivarles para que vayan hacia adelante todo el tiempo y se atrevan a superar obstáculos”.

Por Carlos Mayora Re
Ingeniero @carlosmayorare

La situación cultural está llegando a un punto en el que una conocida frase de C. S. Lewis cobra bastante más sentido al analizar, por ejemplo, la crisis de salud mental que están atravesando muchos y muchas adolescentes, el lamentable rezago escolar que sufren los varones frente a sus compañeras en todos los niveles educativos, el haberse entregado al enemigo identitario con armas y con bagaje al haber renunciado a defender verdades evidentes… y un largo etc.

¿A cuál frase me refiero? A la que señala que “todos queremos el progreso, pero si estás en el camino equivocado, progreso significa dar media vuelta y volver al camino correcto; en ese caso, el hombre que da la vuelta antes es el más progresista”.

Hemos llegado al abstruso punto en el que la feligresía progre se está convirtiendo en conservadora (de su progresismo), y los que antes se consideraban conservadores, tradicionalistas, son -en estos dorados tiempos- los verdaderos vanguardistas.

Es el caso de Katherine Birbalsingh, directora del colegio Michaela, en Londres.

En su momento captó la atención de los medios de comunicación cuando en el año 2010, en una convención del Partido Conservador, afirmó sin ambages que el sistema educativo inglés (joya de la corona cultural británica), estaba “roto”, porque se había dejado inficionar de ideologías y planteamientos que iban directamente en contra de los estudiantes.

Denunció, sí, pero no se quedó en el lamento. En 2014 abrió un colegio privado que consistentemente cuela a sus estudiantes entre los que obtienen mejores resultados académicos en los exámenes de final de curso.

El secreto de su éxito se desvela en The power of culture. Un libro escrito por algunos profesores del colegio en el que se explica por qué sigue mereciendo la pena enseñar a Shakespeare, por qué en un colegio con una alta presencia de migrantes se canta God Save the King o por qué en los pasillos los alumnos caminan en silencio (excepto si se cruzan con un miembro del equipo del colegio, al que entonces deben mirar a los ojos y saludar con un alto y claro ´Buenos días, profesor´)”.

Habiendo leído acerca de esta escuela, me asomé a su portal en Internet (lo tradicional no riñe con lo práctico) y me sorprendió -pero no tanto- la bienvenida que cuelgan en línea: “Somos diferentes. Ponemos de moda lo tradicional. Trabajamos duro y perseveramos. Nos encanta celebrar la bondad y la gratitud. Aceptamos retos y superamos obstáculos”.

En una entrevista publicada recientemente, la Sra. Birbalsingh “explica” el secreto de su éxito: “todas las buenas madres saben de lo que estoy hablando: los niños necesitan del elogio y el castigo. La clave es el afecto”.

Es decir… que están lejos de cualquier cliché de exigencia absurda o disciplina sin sentido. Explica: “La gente piensa que ser estricto es malo, cuando en realidad, si eres estricto, significa que los quieres lo suficiente como para mantener tus expectativas altas. Y no tienes que tratarles mal, simplemente ser claro y coherente. Así que sí, la disciplina es un pilar fundamental de nuestra manera de hacer las cosas. Otro pilar fundamental es cómo enseñamos: el profesor es el que está al frente de la clase y es el que lidera el aprendizaje”.

Agradablemente, muy agradablemente, sorprendente. Tanto como que una educación fundamentada en responsabilidad, sacrificio, patriotismo y gratitud funciona muy bien para formar mejores personas.

Para terminar, una cita más de la entrevista que venimos mencionando, concretamente, la respuesta a la pregunta sobre los valores que fundamentan la educación en su escuela: “Inculcar un sentido de responsabilidad personal en ellos, asegurarse de que entiendan que tienen poder sobre sus vidas y que no son víctimas, construir un sentido de resiliencia en ellos y en motivarles para que vayan hacia adelante todo el tiempo y se atrevan a superar obstáculos”.

Ingeniero/@carlosmayorare

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