Mucha gente se pregunta cómo es que se financia el gobierno dado que la calificación de la deuda del gobierno es tan baja que si el gobierno emitiera nuevos bonos en los mercados internacionales tendría que pagar entre 15% y 20% de intereses en el mercado internacional y en realidad paga mucho menos que el 10% en el mercado local. La respuesta es muy sencilla. Se financia con fondos de gente a la que puede obligar a que lo financie a tasas bajas. Unos son los ahorrantes del sistema de pensiones, a quienes ahora y por cuatro años al menos les está pagando cero intereses. Calculando que en los mercados internacionales tendría que pagar al menos 15-20% anual, el no pagarles nada equivale a confiscarles el 80% de sus fondos a estos ahorrantes. Es importante notar que esos fondos se los confisca directamente a los ahorrantes, no a las administradoras de pensiones. Es decir, el gobierno no solo fuerza a estos ahorrantes a financiarle el déficit sino también les confisca cuatro quintas partes de lo que ya tienen ahorrado, lo cual está prohibido por la Constitución en el artículo 106, inciso final.
La otra fuente de efectivo surge de las reservas de los bancos, que en el fondo son de los depositantes de los bancos. Los bancos tienen la obligación de depositar en el Banco Central un porcentaje de los depósitos que ellos tienen del público. El Banco Central deposita estos fondos en cuentas e inversiones de gran seguridad en el extranjero para que sirvan en caso de una crisis. Estas reservas se muestran en la gráfica adjunta, desde junio de 2019, cuando este gobierno tomó el poder, hasta mayo de 2023. Tiene dos líneas. La más alta representa todo ese dinero que está en esas cuentas menos las deudas de corto plazo del Banco Central en el extranjero. Es decir, es dinero que está disponible para una emergencia. La línea más baja incluye lo mismo que la primera pero le resta no solo las deudas de corto plazo sino las de largo plazo también. Esta es la medida más sólida de las reservas porque las mide netas de todas las deudas del Banco Central en el exterior.
Ahora note el efecto de lo que ha venido haciendo el gobierno desde que tomó el poder: ha jugado a rebajar la cantidad de reservas que los bancos tienen que guardar para proteger los depósitos de la gente, con la condición de que el dinero así liberado lo usaran para comprar deuda del gobierno, la cual también los bancos tienen que comprarla a tasas bien bajas de interés. Así, como se ve en la gráfica adjunta, las reservas internacionales del Banco Central han bajado a menos de la mitad del nivel que tenían cuando este gobierno tomó el poder. Los Activos Externos Netos (la medida que resta todas las deudas del Banco Central) han bajado de $4,700 millones en septiembre de 2019 a $2,143 millones en mayo de 2023, una caída del 55%. La otra medida de las reservas ha caído de $5,463 millones a $2,846 millones en el mismo período. Ambas medidas han caìdo por cerca de $2,600 millones.
Todo el dinero que tuvo que usar el gobierno para pagar la enorme deuda que tuvo que abonar a principios del año se lo quitó de esta manera a los ahorrantes del país. Pero ya van quedando pocos ahorros que forzar. Seria muy imprudente rebajar más las reservas de los bancos. La única fuente que la va a quedar al gobierno serán las cuotas mensuales que depositan los ahorrantes de pensiones en sus cuentas. Si se acaba esto, tendría que ir los mercados internacionales y pagar más del 20% de intereses...si es que consigue quién le preste.
Manuel Hinds es Fellow del The Institute for Applied Economics, Global Health, and the Study of Business Enterprise de Johns Hopkins University.