Entre Donald Trump y Elon Musk hay 6 matrimonios y 16 hijos; además de las relaciones controversiales extra maritales y con prostitutas. Todo un ejemplo de moralidad conservadora basado en principios flexibles y adaptables…
Por si fuera poco, ambos personajes están hilvanados con historias de migrantes, abuelos, padres, esposas, que ingresaron de manera ilegal a Estados Unidos en el pasado, algo que posiblemente ya olvidaron.
Siempre hay migración buena o mala, nepotismo bueno o malo, corrupción buena o mala; depende del del gusto, del momento, de las ideologías, de las circunstancias y de las amistades. La moral a veces es relativa.
Hoy, ya olvidada la vida licenciosa del pasado y ya multimillonarios, han logrado, además, el poder y han decidido ser “hombres de bien y muy conservadores”. Ahora han iniciado una batalla cultural "Anti-Wok"; una especie de lucha inconsciente con su pasado. Seguramente habrá traumas emocionales y otros problemas psiquiátricos. Así suelen ser los “convertidos”, generan una doble personalidad disociativa.
La agencia USAID es el símbolo y la principal enemiga y víctima, ya que a través de sus programas se expandía la filosofía progresista: Los Derechos Humanos y civiles, becas escolares, programas de apoyo a maestros, la transparencia, programas de respaldo al periodismo independiente y a la democracia, las acciones contra el cambio climático, apoyo sanitario para personas con VIH y otras enfermedades, el apoyo a microempresas, la migración controlada y los movimientos LGBTI.
Puede que USAID haya cometido errores, pero de ahí a tildarla como “organización criminal” -estando instaladas en las propias oficinas de las sedes diplomáticas de Estados Unidos- es una verdadera locura. Pero… en esta época de “política digital” siempre es importante identificar enemigos, y USAID representa una organización para ejercer la aporofobia recalcitrante de los neoconservadores.
A partir del 20 de enero inició una verdadera "batalla cultural", curiosamente llevada a cabo por el nuevo Secretario de Estado Marcos Rubio, -casado con Jeanette Christina Dousdebes Rubio de raíces colombiana- hijo de emigrantes cubanos que llegaron a Estados Unidos en 1950 en busca del “sueño americano”, quien es parte del equipo estelar de los "Avengers conservadores" que devolverán la moral a este mundo perdido.
Curiosamente en 2016 “Little Marcos” le llamó a Trump “estafador y vulgar”, hoy piensa de otro modo; igual J.D. Vance, pasó de ser enemigo «never-Trump guy» -incluso lo calificó de idiota o Hitler de Estados Unidos- a Vicepresidente; así son los políticos: demasiado mentirosos y contradictorios…
La batalla cultural es geopolítica más que comercial o ideológica, y se basa en el expansionismo de Estados Unidos a través de chantajes y aranceles a quienes no se alinean con el nuevo manual moral: Make América Great Again (MAGA). Hasta quieren comprar países…
Esta segunda guerra fría ya no es entre capitalismo y socialismo o entre izquierda o derecha, o inclusive entre comunismo y anticomunismo; sino entre conservadores y progresistas, es una guerra moral y cultural de gustos, modas, creencias y tolerancias.
Poco a poco van cayendo los presidentes de las repúblicas bananeras del nearshoring; unos se arrastran solos y otros entran en pánico por las amenazas de los aranceles, invasiones militares, aislamiento o bloqueos comerciales. Admiran demasiado a Estados Unidos, a Disney World e ir de shopping a Miami… y a sus espaldas lo culpan de todo lo malo que sucede en el mundo y en sus países (Oscar Arias).
¿Estás conmigo o estás contra mí? es la cuestión; y si estás conmigo aquí te dejo la receta de qué hacer, como hacerlo y con quién te puedes relacionar. No debemos olvidar que Estados Unidos no suele tener amigos ni aliados, solo intereses. Es como el "Policía del Mundo" que pone orden en las culturas, establece las democracias, impulsa o restringe candidatos a su antojo y convivencia. Si alguien sabe de esto es Panamá, su canal y Noriega.
Por otro lado, Musk con el uso de X (antes Twitter) y su capacidad financiera, comienza a influir en el conservadurismo europeo (Make Europa Great Again). Pronto caerán Francia y Alemania, los conservadores están a milímetros de llegar al poder.
El club de nuevos amigos se va configurando: Milei, Meloni, Netanyahu, Bukele, Bolsonaro, Orbán; poco a poco todos se retirarán del viejo orden internacional (ONU, OEA, OMS, etcétera) y crearán una nueva liga de naciones que se unirán a los “Avengers” y pronto se redefinirá el nuevo eje del mal entre Rusia, China y Corea del Norte y los malos de la película (en esto hay mucho de Hollywood).
USAID, que era una organización de contención y apoyo social, desaparecerá o se redefinirá con los nuevos intereses de MAGA y el "Proyecto 2025". Y esos miles de millones de dólares que se invertían en pobreza pasarán a ser utilizados por la gentrificación global, para promover discretamente la raza aria y crear nuevos campos de concentración. La historia es cíclica.
Con el cierre de USAID, la incertidumbre sus implementadores globales y el corte de servicios de los beneficiarios, se desatará un caos de desempleo y se fracturarán diversos beneficios a los más necesitados. De esto no puede resultar nada bueno. Quizá era necesario revisar y definir nuevas líneas de acción conforme a los intereses del gobierno de Trump, pero de ahí a etiquetar a USAID como una organización criminal hay una gran diferencia.
Vamos hacia la senda ultraconservadora, vamos rumbo al medioevo inquisidor, al fondo de la caverna platónica a ver las sombras, de la mano de la Heritage Foundation. Vamos hacia teoría del ejecutivo unitario (unitary executive theory). Vamos al autoritarismo nacionalista cristiano y puritano. Vamos hacia un neofascismo digital.
Pero este viaje no es nuevo, la razón se suele hartar rápido de los fanatismos, sobre todo si no hay una buena fundamentación teórica o filosófica. En realidad, todo está sustentado en una débil e intensa arquitectura digital, con limitada inmunidad ante las carencias económicas de las grandes mayorías.
Los dos personajes protagonistas de esta historia creen que sus vidas o ejemplos morales pueden ser un espejo para la humanidad pero son solo un espectáculo, y los espectáculos, como el pan y el circo, duran poco...
Se creen mesías, enviados, omnipotentes, dueños de la verdad, intolerantes, héroes; y han iniciado está batalla cultural, veamos en qué termina...
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