Por Este 1 de marzo es el Día Internacional de la Cero Discriminación en el Mundo.
En 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la celebración de la fecha referida como un llamado para promover el derecho que tiene el ser humano de poder vivir de manera plena con dignidad, independientemente su aspecto, origen, sexo, edad, religión, condición social, raza, discapacidad o cualquier otro motivo de esta naturaleza.
Importante resaltar que debemos comprender que cuando se hace referencia al término discriminación se engloba cualquier acto o comportamiento que tiene por objeto o resultado generar una violación de los derechos fundamentales e inherentes del ser humano, los cuales todos/as deben disfrutar en pie de la igualdad. Esto significa que las personas deben recibir un trato digno, respetándose su dignidad humana, autonomía, privacidad y confidencialidad, garantizándosele la erradicación de todo tipo de coacción y abuso.
Actualmente la discriminación se manifiesta de diversas maneras, desde el ámbito familiar, laboral y comunal, sin respetar edades ni cualquier tipo de indicadores y espacios, afectando no solamente a los individuos o grupos sociales, sino que se extiende para ocasionar percances en todo sentido. Por ello, el trabajar en erradicar todo obstáculo que impida el acceso a programas sanitarios, psicológicos, académicos y sociales, forma parte del esfuerzo colaborativo que como sociedad se nos insta a llevar a cabo.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, la desigualdad está aumentando para más del 70% de la población mundial, lo que agrava el riesgo de división y obstaculiza el desarrollo económico y social. Por otra parte, la pandemia del covid-19, de la que ya casi no se escucha mucho pero que aún sigue latente en la sociedad, afectó con mayor dureza a personas vulnerables a este tipo de problemas discriminativos, poniéndose en manifiesto una vez más, la discriminación estructural y social existente. Datos del Banco Mundial reflejan que aproximadamente el número de nuevas personas empobrecidas crecerá de entre 88 y 115 millones en 2020 a entre 119 y 124 millones en el año 2021 como consecuencia de la pandemia de la covid-19, lo cual acompaña el problema de la discriminación.
Por lo tanto, esta fecha conmemorativa representa la oportunidad para hacernos reflexionar en que todos/as podemos formar parte de ese cambio sustancial y transformador para poder conseguir una sociedad más igualitaria y justa, siendo estos dos indicadores fundamentales para lograr un estatus equitativo a nivel social, como parte del desarrollo sostenible en el transcurso del tiempo. Aunado a esto, también se vuelve un factor clave el poder eliminar todo marco normativo, políticas y practicas discriminatorias para garantizar la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades, promoviendo el crecimiento social y económico inclusivo.
Esperemos que esto genere conciencia a los gobiernos del mundo, actores públicos, académicos/as y personas en general para que en su conjunto sean sujetos de cambio y protagonistas en la transformación hacia un mundo mas equitativo e inclusivo para todos/as.
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas