En un artículo anterior hablamos de la fuerza de lucha y trabajo de los salvadoreños en Estados Unidos y otras partes del mundo y su sueño de regresar a su patria, a contribuir con el desarrollo del país y, en muchos casos, a pasar la tercera edad y morir en su tierra.
Pues no podemos más que sentir beneplácito con el anuncio de la Ley Especial Transitoria de Incentivos y Tratos Preferenciales Destinados al Favorecimiento de la Repatriación de Salvadoreños. Gracias a esta ley, la diáspora se motiva más para regresar a su país.
La mayoría de la diáspora nos fuimos huyendo de la guerra, la delincuencia, los terremotos y otras desgracias, pero nunca hemos perdido el amor a nuestra tierra, a la tranquilidad de nuestros campos y pueblos originarios, a la generosidad de nuestra gente.
Queremos que El Salvador vuelva a ser el “País de la Sonrisa” que dejamos atrás y que se perdió por la violencia. Queremos volver en paz y regocijo y vemos una valiosa oportunidad de lograrlo ahora.
Según se informó, este proyecto que mencionamos al principio está en discusión en la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa y establecerá beneficios temporales para los salvadoreños residentes en el exterior que deseen repatriarse a El Salvador, independientemente del tiempo, condición migratoria y el país en el que hayan residido fuera.
De acuerdo con la propuesta, los compatriotas podrían optar por única vez a la importación de menaje de casa por no más de $70,000 y la de importación de hasta dos vehículos para uso particular.
En el caso que el valor en aduana del menaje de casa exceda del monto indicado, deberán cancelarse solo los impuestos establecidos en la ley de impuesto a la transferencia de bienes muebles y a la prestación de servicios.
Sin embargo, en el menaje de casa no estarán incluidas las mercancías que los interesados hayan adquirido en el exterior para actividades comerciales o industriales.
Considero que es importante que se incentive que los salvadoreños que regresen tengan facilidades e incentivos fiscales y financieros para venir a abrir negocios, para impulsar la economía. De lo contrario, sólo se pensará en los que quieren venir a descansar, pero no en los que desean tener sus establecimientos comerciales en diversos rubros.
Según se ha informado, la ley prevé que la banca facilite a los salvadoreños que retornen la apertura de cuentas u otros servicios del sistema. Incluso se permitirá presentar su historial crediticio, declaraciones de impuestos o cualquier documento que ampare la actividad financiera realizada en el extranjero.
Lo ideal sería, como dijimos al principio, que haya más facilidades para establecer negocios y que estos beneficios se mantengan en el tiempo para que las sucesivas generaciones de salvadoreños que viven fuera se sientan atraídas a regresar e invertir. Esto se traducirá en generación de empleos e impuestos para la seguridad, la salud, la educación y otros rubros vitales que demandan una inyección constante de recursos.
No olvidemos que hay hijos, nietos y hasta bisnietos que, aunque hayan nacido en otros países, aman a El Salvador y no dudarían en venirse a la tierra de sus padres y abuelos. Ojalá que este sueño se haga realidad y volvamos a estar todos juntos en el “País de la Sonrisa”, pequeño en tamaño, pero grande en espíritu de lucha y que hace realidad sus sueños.
Oscar Levi Domínguez es presidente de la Cámara de Comercio de Salvadoreños en Los Ángeles, Estados Unidos y fundador del Corredor Salvadoreño en Los Ángeles, presidente de America Global Group.