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Derecho que no se defiende, derecho que se pierde

A la luz de todo lo que nos ha arrebatado esta dictadura, queda claro que sólo el pueblo salva al pueblo. Hemos perdido todos los derechos laborales, perdamos el miedo también. Salgamos y hagamos uso de los derechos que aún nos quedan

Por Ingrid Escobar
Educadora

Los derechos consagrados a favor de los trabajadores son irrenunciables”, dice la Constitución de la República de El Salvador. Irónicamente el ex sindicalista y ahora Ministro de Trabajo no solo ignora ese derecho fundamental de los trabajadores, sino que criminaliza a sindicalistas y dirigentes en general.

El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, tiene una historia que se recuerda en las calles a través de marchas convocadas, precisamente por los dirigentes que, en palabras del ministro Rolando Castro, son delincuentes o colaboradores de éstos.

Las declaraciones IRRESPONSABLES del Ministro de Trabajo han hecho reaccionar a la comunidad nacional como internacional. La condena a la estigmatización y criminalización de sindicalistas, dirigentes, defensores de derechos humanos y trabajadores ha sido la gota que derramó el vaso y hay un franco rechazo a dicho posicionamiento oficialista.

Por su parte, la comunidad internacional, en la voz del Relator Especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Libertad de Asociación, Clement Voule, expresó su preocupación por las declaraciones dadas por el Ministro sobre las personas que iban a marchar el 1° de mayo. Sus palabras fueron: “Me preocupan las denuncias de estigmatización y criminalización de las protestas previstas en el día del trabajador, el Estado debe cumplir con su obligación de garantizar la libertad de reunión pacífica durante estas protestas”.

En El Salvador, la mayoría de sindicatos, asociaciones y movimientos de trabajadores salieron al paso de las declaraciones irresponsables del ministro en una condena unánime a las acusaciones difamatorias de Rolando Castro contra los trabajadores.

Cabe la pregunta ¿acaso tienen miedo de las consignas de los trabajadores el 1° de mayo, porque en muchas de ellas vendrán condenas a la inoperancia del Ministerio de Trabajo, respecto de los miles de despidos injustificados en todos los órganos de Estado? Bueno, eso ya no es problema de los trabajadores sino de la incapacidad de los funcionarios de las instituciones de gobierno.

Qué decir del derecho internacional. Violentan convenios como el Convenio 87 de la OIT, Art. 11, (Ratificado el 24-08-2006) relativo a la libertad sindical y a la protección al derecho de sindicalización, establece que “todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo para el cual esté en vigor el presente Convenio se obliga a adoptar todas las medidas necesarias y apropiadas para garantizar a los trabajadores y a los empleadores el libre ejercicio del derecho de sindicación”.  Para nuestro caso, no se ha implementado por el Estado las medidas que garanticen los derechos de los trabajadores que hacen uso del derecho de sindicalización; al contrario, se nos criminaliza, difama y ponen en riesgo nuestra seguridad y vida cuando somos acusados de ser delincuentes por el mismo Ministro de Trabajo de El Salvador.

En materia de ley nacional, el  Art. 144 de la Constitución establece que “Los tratados internacionales celebrados por El Salvador con otros estados o con organismos internacionales, constituyen leyes de la República al entrar en vigencia, conforme a las disposiciones del mismo tratado y de esta Constitución”, artículo transgredido el Estado Salvadoreño al ignorar los diversos tratados internacionales en materia de derechos laborales, que El Salvador ha ratificado y en los cuales se regula la prohibición de actos que disminuyan o dificulten el ejercicio de las libertades sindicales, así como la prohibición de actos discriminatorios contra los sindicatos y sus respectivos afiliados, tal es el caso de los Convenios:  87, 98, 135 de la OIT.

Entonces, a la luz de todo lo que nos ha arrebatado esta dictadura, queda claro que sólo el pueblo salva al pueblo. Hemos perdido todos los derechos laborales, perdamos el miedo también. Salgamos y hagamos uso de los derechos que aún nos quedan. ¡Ni un paso atrás, pueblo salvadoreño!

Educadora/sindicalista

 

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