Mayo abre con la celebración del Día Internacional de los Trabajadores.
La celebración a nivel global actualmente da pauta para hacer mención a diversos tópicos que han ocurrido a este sector fundamental de la sociedad y el mundo. Desempleos, enfermedades, guerras, conflictos, han sido detonantes para que el trabajo como herramienta para la supervivencia y el desarrollo de las naciones, se vea perjudicado y gravemente vulnerado.
El Salvador no ha sido la excepción ante la pandemia que no avisa cuando podrá desaparecer o si se va quedar de manera indefinida. Más de 60 mil desempleos dejó esta historia tan crítica que como país y parte del mundo vivimos por causa de una pandemia sin precedente alguno. Sin embargo, muchos/as personas que perdieron sus empleos se vieron en la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingresos legales y dignos para poder subsistir en un mundo globalizado que cada día incrementa su demanda, competitividad y desafíos de subsistencia.
Economías emergentes, nuevos modelos de negocio, la optimización de las TIC`s, entre otras alternativas, han sido nuevas rutas y caminos que muchas personas han optado por utilizar para poder salir adelante en una crisis sanitaria y económica que aun se mantiene latente en nuestro entorno. Esto puede verse reflejado en los diversos canales de comunicación, noticias y medios informativos, dejando clara la resiliencia y búsqueda de nuevas oportunidades para salir adelante, como parte de la convicción y espíritu de trabajo que estas personas poseen.
Por lo anterior hemos podido ver reflejados casos de éxitos potenciales en ciertas ocasiones u oportunidades que quizá ese grupo de personas que fueron sujetas a ser desempleados/as hubiesen podido imaginarse y que ahora es su medio y canal de ingresos y sustento de hogar. La agenda país debe instar a tomar acciones para buscar implementar políticas públicas enfocadas a la reestructuración de oportunidades de empleo y de apoyo a nuevos modelos de negocio que han surgido por consecuencia de la pandemia y ahora la guerra entre Rusia versus Ucrania que de una manera u otra nos afecta como países y ciudadanos del mundo.
Además del respeto a los derechos y deberes fundamentales que engloba el trabajo, salvaguardar la integridad del recurso humano y velar por la dignidad del mismo es punto y eje clave para la mejora continua y el desarrollo sostenible. El recurso humano siempre será indicador clave para la mejora en el tiempo, ya que sin el mismo las nuevas herramientas y la mejora tecnológica, por mencionar algunos ejemplos, no podrían ser posibles.
Que esta fecha sea punto de reflexión sobre la situación laboral y el trabajo digno, a efectos de poder buscar alternativas como miembros de una sociedad que debe trabajar de manera articulada para la búsqueda de respuestas ante las necesidades sociales que se tienen. Más allá de los desafíos que puedan existir, el valor de un trabajo no puede ser menospreciada y deberá valorarse para poder buscar mejoras para ello.
Que la fortaleza y resiliencia sean ejes de sostenibilidad para las personas que, ante las dificultades de empleo, han sido ejemplo de superación y búsqueda de mejores horizontes en la vida.
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas, Decano de la Universidad Nueva San Salvador