En mayo quiero dedicar esta columna a Nuestra Madre, María, y a todas las madres en el mundo. Ellas son un don divino, portadoras de vida, son bases de las familias, superan todos los obstáculos en la vida, son capaces de dar su vida con tal de salvaguardar la vida de los hijos en el vientre materno y aun cuando ya han nacido o ya están grandes y al igual que las familias, las madres son los fundamentos de la sociedad.
Creo que el mejor ejemplo para mencionar las características de una verdadera madre es Nuestra Madre María, dada a cada uno de nosotros por Jesús al momento de su agonía en la cruz por medio de Juan como madre, ya que Jesús le dijo a Juan: “He aquí a tu madre”, y a María le dijo: “He aquí a tu hijo”.
Conducen hacia el cielo al hijo: las madres siempre llevan por el camino correcto al hijo, lo conducen hacia Dios; jamás deberían hacer que cambie su vocación; nuestra Madre María es un ejemplo de que a pesar de saber cómo iba a sufrir Jesús, siempre lo condujo por el camino correcto, aceptó la voluntad de Dios y lo llevó de nuevo hacia Dios Padre.
Portadora de vida: nuestra Madre María aceptó la voluntad de Dios y ser la Madre del Hijo de Dios a pesar de las circunstancias y consecuencias, jamás pensó en abortar ni abandonar al Niño Jesús cuando nació; igualmente deben ser las mujeres embarazadas a pesar de las circunstancias, consecuencias o las condiciones en las que se encuentre el niño jamás pensar en abortar ni abandonar al niño después de nacer y aceptar la voluntad de Dios.
Fortaleza en las familias: las madres son muy valientes, a muchas les toca sacar adelante ellas solas a sus hijos sin ayuda del padre; jamás se rinden, puedo decir que son la base y fortaleza de la sociedad y la familia. Nuestra Madre María fue fuerte en los momentos más difíciles para la familia por ejemplo: dar a luz en el Portal de Belén, en medio de animales y del frío; muerte de San José; ver a su hijo flagelado, herido, cargando la cruz, clavado en la cruz, agonizando y muerto injustamente por nuestros pecados.
Apoyo incondicional: las madres están siempre en las buenas y en las malas con los hijos a pesar de las consecuencias y sin esperar nada a cambio; estoy seguro de que nuestra Madre María siempre estuvo al lado de Jesús y también con nosotros aunque muchos aún no la quieren como madre.
Escucha y dan consejos: hablan con los hijos desde que están en su vientre materno, escuchan a sus hijos sin perjuicios y de forma igualitaria, jamás se imponen, guardan secretos, son amigas fieles de los hijos y dan consejos. Estoy seguro de que nuestra Madre María fue así con Jesús y quisiera ser así con nosotros, pero, muchas veces no les escuchamos ni a Dios ni a María hasta que ya hemos caído en el error.
Entrega total: cuando una mujer se da cuenta de que va a ser madre, se entrega totalmente por amor al hijo, no se guarda nada para ella, es generosa y ayuda en todo a los hijos. Qué más ejemplo de entrega total que nuestra Madre María a Jesús y a cada uno de nosotros como sus hijos.
Sexto sentido y sufrimiento cuando el hijo está mal: las madres siempre sienten lo que le pasa al hijo aún sí está lejos y sufre con él. Me puedo imaginar cómo sufrió nuestra Madre María, por ejemplo, cuando el niño Jesús se quedó perdido en el templo o en la Pasión y Muerte de Jesús.
Perdona siempre: a pesar de lo que hagamos los hijos, siempre nos perdonan; no guarda nada de rencor ni odio; María siempre ha sido así con nosotros, aunque muchos aún no la quieren como madre o, aunque ofendamos a Dios, nos ama mucho y ruega a Dios por cada uno de nosotros.
Entre otras características puedo mencionar dulzura, amor puro e incondicional, paciencia, solidaridad, empatía y muchas más.
¡¡¡Feliz Mes de las Madres!!!
Licenciado en Turismo.