El abuso de poder o imposición en grado extraordinario de los tres poderes, fuerza o superioridad, significa autoritarismo, despotismo, opresión e imposición,
El presidente de la República y un grupo de personas de su confianza ejercen poderes ilimitados de facto sobre la gente y los utilizan injusta y cruel y arbitrariamente contra las personas inocentes de este país, lo que nos muestra es la instauración de una tiranía indeseable para la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos en El Salvador.
La estrategia de propaganda para legitimar por cualquiera de los medios las políticas del régimen del presidente Bukele dirigida a socavar cualquier indicio de oposición a su gobierno y el régimen de excepción que abandera como medio para alcanzar la aceptación del electorado interno externo de cara a los comisión de marzo 2024. La campaña es intensiva y pegajosa en pequeños segmentos de población en el exterior, vista la fantasía y escuchado la narrativa de una parte minúscula de la cara de la moneda dan por hecho que estamos en el país de las maravillas en tan corto tiempo. Legitimarse como poder único es su apuesta, por encima de la Constitución y las leyes, es decir, del Estado de Derecho y los derechos humanos. Lo que proyecta es exclusivamente su imagen, para su beneficio con miras a las elecciones que se avecinan en el 202. De ahí que asiduamente su bandera de campaña está afincada en las bondades que a traído al país el régimen de excepción, la guerra contra las pandillas y la captura de 73 mil personas ha salvado el país de dicho flagelo.
Todos los malos ahora están en la cárcel y no verán más el sol. Los corruptos, secuestradores, violadores de niñas y mujeres, traficantes de todo tipo ya no son un peligro para los salvadoreños dentro y fuera de nuestro país. La realidad interna nos está mostrando las inconsistencias de sus argumentos publicitarios, el desmantelamiento de la instituciones del Estado, la inseguridad jurídica y desde luego la arbitrariedad como política estatal, nos está conduciendo a rumbos inciertos donde la libertad personal e integridad corporal no valen nada o no valdrán nada próximamente; por lo tanto, decir la verdad no le rinde crédito y es necesario opacarla, ocultarla y cubrirla con la sombra del salvador del mundo como el único capaz de hacer semejante proeza de salvación nacional e incluso internacional, “que ha traspasado fronteras y es aclamado en varios países como el mejor presidente del mundo mundial”.
El relato es que el país está a salvo de pandillas y de la corruptos, de que los de siempre negociaron con las pandillas y su gobierno no. Luego de haberse conocido de la detención de un acérrimo jefe de pandillas llamado el “Crook en México, se evidencian aún más los señalamientos que se han publicado en redes sociales y los funcionarios del gobierno que aparecen implicados en la liberación ilícita de facto de uno de los centros penales de máxima del país. Lo que esto nos muestra es que las negociaciones entre el gobierno y los cabecillas pandilleriles no están cerradas. A los salvadoreños se nos oculta la verdad y se nos miente a propósito.
Se ensañan en la integridad corporal de las víctimas, violan los derechos humanos, torturan a gente inocente detenida arbitrariamente, ejecutan extrajudicialmente a sus víctimas, desaparecen cadáveres de asesinados de personas inocentes en las cárceles, realizan violaciones sexuales de niñas oficiales del ejército naval. De estos actos vergonzosos y atrocidades cometidas hay responsables gubernamentales. El gobierno guarda silencio y de ello no se dice nada porque todo lo que el gobierno está reservado a su favor. Se escuda en que los de siempre son los responsables de todos los males que ha vivido el país, oculta deliberadamente a los verdugos que bajo sus órdenes cometen atrocidades contra la humanidad de personas inocentes. Afirma en sus arengas televisivas que el 100% de los capturados son pandilleros.
Abogado.