PUESIESQUE…quedé pendiente con la precuela de la serie titulada LAS MENTIRAS DE LA REELECCIÓN PRESIDENCIAL INMEDIATA, publicada el mes pasado en este mismo espacio editorial, así que hoy cumplimos con esa tarea: resulta oportuno, además, porque recientemente, un magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en entrevista televisiva, reiteró -en esencia- que él se lava las manos, que le da igual la Constitución y que él está en el cargo solo para obedecer.
Nos referimos a la propaganda gubernamental -a la que se adhiere el magistrado- que la reelección presidencial inmediata está autorizada por la Constitución y que, en consecuencia, debe inscribirse como candidato al actual inquilino de Casa Presidencial (CAPRES).
Como lo he dicho en anteriores ocasiones, únicamente desde la desvergüenza moral o la cobardía puede sostenerse que quienes usurpan funciones y despachos en la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (SCn/CSJ) constituyen un tribunal legítimo y que, por lo tanto, sus actuaciones deben cumplirse sin rechistar.
Al respecto, lo repetimos: quienes actualmente usurpan cargos, despachos y privilegios en la SCn/CSJ NO SON MAGISTRADOS, son USURPADORES, simple y llanamente porque su designación se efectuó en franca y evidente violación de la Constitución (Cn.), de tratados internacionales y de leyes, amén que la decisión sobre reelección presidencial inmediata constituye una vulgar desinterpretación de la Constitución, una mutación ilegítima, al convertir en “derecho” del gobernante lo que es una prohibición.
En este punto vale la pena recordar algunos temas trascendentales:
- Incluso antes de las elecciones de 2019, algunos expresamos que el proyecto político del actual inquilino de CAPRES y sus secuaces es un proyecto autoritario, de corte dictatorial personalista o, desde una perspectiva jurídica, a-constitucional, es decir, ¡sin Constitución!
- Desde el inicio del actual quinquenio presidencial (2019-2024) se confirmó esa situación, lo que se verificó en los hechos en acciones como la toma militar de la Asamblea Legislativa (AL) en febrero de 2020, así como el estado de sitio de facto durante los primeros meses de la pandemia, a partir de marzo de 2020.
- Sin embargo, a pesar del perfil dictatorial del régimen, el país todavía conservaba la posibilidad de control constitucional a través de magistrados y jueces independientes (algunos criticamos la tibieza -como decía mi abuelita, “con pañal de seda”- con la que la SCn/CSJ actuó frente a actuaciones claramente arbitrarias de CAPRES).
- Todo eso desapareció el 1 de mayo de 2021, cuando la AL, con mayoría sumisa y servil a CAPRES, decidió, sin causa legal, sin procedimiento previo y sin derecho de defensa, el cese de los magistrados de la SCn/CSJ y la consecuente designación de cinco operadores políticos de CAPRES, sin ajustarse al procedimiento previsto en la Constitución y las leyes.
- Por eso es que en El Salvador, el nacimiento de la dictadura tiene fecha de nacimiento: 1 de mayo de 2021. Esa fecha fue el PECADO ORIGINAL DE LA DICTADURA. Esa fecha es el día del golpe de Estado contra la frágil democracia salvadoreña.
- Y es que, como se sabe desde hace más de doscientos cincuenta años, la democracia no se reduce al número de votos, ni a la popularidad del gobernante, sino que implica, indefectiblemente, la observancia de dos reglas: vigencia de los derechos fundamentales de las personas y observancia de la separación de los poderes.
- Así, desde el 1 de mayo de 2021, cuando los serviles de la AL ejecutaron la orden del inquilino de CAPRES, cesando a los magistrados de la SCn/CSJ, se desmanteló el sistema de control jurisdiccional del poder, desapareció la independencia del poder judicial y, por ende, El Salvador dejó de ser una democracia.
- Así que los propagandistas del régimen -al igual que algunos magistrados del TSE - obvian, con relación a la reelección presidencial inmediata, un aspecto esencial, una precondición: desde la casi medianoche del 1 de mayo de 2021, en El Salvador NO EXISTE sala, corte o tribunal constitucional.
Es evidente, entonces, que escudarse en la decisión de un grupúsculo de usurpadores, como lo hacen algunos magistrados del TSE, es única y exclusivamente un acto de cobardía: ¿se han dado cuenta que esos magistrados del TSE ni siquiera a atreven a opinar sobre la validez o no de la reelección presidencial inmediata, sino que se limitan a excusarse en que cumplen las decisiones judiciales?
Escuchar a esos magistrados del TSE como eluden su responsabilidad moral y jurídica -constitucional y legal- equivale a ver a Pilatos lavándose las manos; por lo que parafraseando a Shakespeare, hay que decirles: “Ningún jabón ni perfume les servirá para limpiar la sangre de sus manos”.
Así que, en definitiva, la candidatura presidencial del actual inquilino de CAPRES ha sido, es y seguirá siendo INCONSTITUCIONAL, así sea que usurpadores digan lo contrario, así sea que magistrados del TSE no tengan el valor de hacer su trabajo.
Abogado constitucionalista.