En el libro "Resurrección: Una Experiencia con el Jesús Resucitado", Fabrice Hadjadj presenta una tesis interesante. La muerte de Jesús , muy aparte de su aspecto salvífico, se dio dentro de un contexto de intereses políticos. Básicamente fue posible porque el establishment ( no era sólo un tema religioso: era un tema de poder sobre la gente), al que Jesús le era molesto, logró , representado por dos sumos sacerdotes que no se tragaban, lograron que el Procurador -un hombre pusilámine, a quien sólo sostenía la guardia pretoriana y entre quienes había mutuo odio, condenara a muerte al hombre que temían destruyera el establishment, amenazándolo con acusarlo de ser enemigo del César que ellos mismos consideraban su enemigo. consideraban su enemigo de todas formas. Manipularon a las masas para lograr su objetivo y Pilatos, quien sabía que no era culpable, cedió, obviamente por no sacrificar su cargo.
Por otra parte los discípulos, con excepción de uno, habían huido. El que lo traicionó se ahorcó. El más bocón, lo negó. De los demás ignoramos su paradero. Y así Jesús murió, torturado, sin amigos-y fue puesto en una tumba que un valiente miembro del establishment se atrevió a prestar.
No contentos con ese colorón, el establishment, vuelve donde el procurados, (el enemigo) a pedirle que les den unos guardias ¡porque el cuerpo del muerto lo podían querer robar todos los cobardes que andaban perdidos a saber dónde! Así que Pilatos, les dio a los guardias, y ellos sellaron la tumba.
El único problema fue que resucitó sin necesidad del puñado de cobardes.
La pregunta que presenta Hadjadj es “¿qué hicieron los soldados que cuidaron la tumba?”. Se les dijo que dijeran que los inexistentes discípulos habían robado el cuerpo, haciendo huir a los guardias romanos armados hasta los dientes. Y para mientras, los discípulos se enteraron que la tumba estaba vacía gracias a que las mujeres fueron quienes tuvieron los ovarios suficientes para ir a ungir el cuerpo.
Al final todos los involucrados en esta tortuosa historia tuvieron que enfrentarse con una pregunta.” ¿Qué hacer con la Resurrección?” Porque la Resurrección comenzó una cadena de hechos que resultó imparable y que llega hasta hoy. El Establishment insistió en negarla (a pesar que un miembro muy respetado, Gamaliel, les dijo que dejaran que el tiempo les mostrara si era de Dios o no.) Pero ellos siguieron en las mismas: mataron a un Esteban y crearon un Pablo
Los discípulos creyeron y empezó la Iglesia. Algunos de ambos pueblos creyeron y otros no. Pilato fue llamado a Roma en desgracia cinco años después y los guardias. Nunca sabremos que dijeron los guardias.
El punto es, veintiún siglos después, ¿qué hacemos con la Resurrección? Porque vivir una Semana Santa, o un Triduo Pascual, no es tema de ver quien lleva las lecturas, o quien hace la procesión más larga, o quien es el alma purgante que levita en medio de la Iglesia.
El Domingo de Resurrección nos llama a replantearnos vez tras vez si vamos a seguirlo, a negarlo o a ignorarlo. Y si decimos que vamos a caminar con Él, entonces tenemos que hacer lo que Él hacía, desde donde estemos.
Porque si la Resurrección no nos cambia, es más honesto decir que nuestros actos y decisiones no son hechos ni tomados bajo la dirección de Dios.
Ojalá Dios nos permita ver al Señor crucificado y cambiar nuestra vida.
¡Felices Pascuas de Resurrección! Que podamos experimentar el poder del Señor Resucitado. Que podamos cambiar para poder experimentar a un Cristo vivo.
Educadora.