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Todos los que somos parte de la Vicaría de La Asunción conocemos el templo triangular sobre un redondel en la colonia San Benito. diseñado por los arquitectos Armando Sol y Francisco Balzaretti y terminada en 1959 y que contiene los murales de la Pasión del Señor, pintados por el reconocido artista español Joaquín Vaquero Turcios. La Parroquia San Benito cumple este año cuarenta años de ser elevada a parroquia. A simple vista (y por la zona) se pensaría que la Capilla es una parroquia más en una zona acomodada; sin embargo, su historia dista de ser esa. La Congregación de San Felipe Neri (Oratorianos) fue la primera en atender la parroquia. Entre ellos estaba el Padre Juan Antonio García Artola C.O., quien es considerado fundador de la Capilla y quien fue asesor espiritual de los Scouts de El Salvador; el Padre Mariano Brito Zepeda C.O., quien fue Canciller del Arzobispado de San Salvador en tiempos de San Óscar Romero y por muchos años colaboró en Cristo Redentor, y la del Padre Ernesto Ábrego C.O., quien fue el último Oratoriano que atendió sacramentalmente la Capilla y que fue martirizado el 23 de noviembre de 1980.
El P. Ernesto Ábrego había sido amenazado y Monseñor Romero le había permitido oficiar misas y residir en Guatemala, donde vivían sus hermanos Carlos, Luis Felipe y Guillermo. El 23 de noviembre de 1980, el Padre Ábrego regresaba de Guatemala junto con su hermano Guillermo y dos personas más. Nunca llegaron a su destino en El Salvador. Su hermano Luis, al darse cuenta, salió hacia El Salvador junto con su amigo, Jaime Antonio Bolaños, en un fútil intento de buscarlos. Emprendió su regreso a Guatemala tratando de ir a los lugares donde sabía que sus hermanos habrían pasado. Él y su amigo fueron asesinados, se presume, a la altura de Ahuachapán, y los restos de ambos hombres fueron encontrados sepultados en Juayúa, sin documentos, el 2 de diciembre. Carlos llegó a la frontera de Guatemala a buscarlos y al no encontrar a ninguno de sus tres hermanos, regresó a su casa a esperar. A las horas recibió una llamada para presentarse en un hotel de aquel país. Nunca se le volvió a ver y dus restos, al igual que los del Padre Ábrego, sus hermanos y las pasajeras nunca fueron encontrados. En total, siete personas fueron asesinadas en circunstancias nunca esclarecidas oficialmente .
El P. Ábrego había pedido ayuda, antes de su martirio, a Monseñor Romero y al P. Fermín Sáinz S.J., que atendía la iglesia Sagrada Familia de la comunidad Las Palmas. Es así como la Capilla empezó a ser administrada por la Compañía de Jesús. El 25 de abril de 1984, Monseñor Arturo Rivera y Damas erige la Capilla como Parroquia San Benito, para que bajo los cuidados de un Párroco, se edificara una verdadera comunidad de fe. Designó, como primer Párroco, al Padre José María Gondra S.J. Luego, el Padre José Vides fue nombrado párroco el 8 de abril de 1986, seguido por el Padre José Jacinto Zaldaña Ramos el 15 Mayo 1989, el ahora Dr. Luis Benítez, y actualmente , desde, el 25 agosto 2015, el Padre Carlos Chavarría.
El Padre Zaldaña, quien fue párroco durante muchos años, era un hombre ordenado y metódico, muy estudioso -se dice que tenía una biblioteca enorme de libros espirituales- y fue quien comenzó por primera vez una formación sistemática sobre la Biblia y documentos de la Iglesia para la comunidad parroquial. Era amante del Sagrado Corazón de Jesús y promovió su devoción, además de otras tales como la Virgen de la Paz (como buen migueleño que era), fomentó la participación de los vecinos de la zona tanto en la liturgia como en las fiestas. Fue él quien construyó la verdaderamente hermosa Capilla del Santísimo, la cual es de las más visitadas de la Vicaría, y comenzó y motivó la asistencia a las Horas Santas de los jueves, así como las Asambleas de la Renovación Carismática, de la cual el era encargado a nivel de la Arquidiócesis.
Y, claro, todos los que vivimos la pandemia nos acordamos de cuando el Padre Carlos Chavarría sacaba el Santísimo cada mañana al frente de la Parroquia y cómo ese gesto se convirtió en consuelo para muchos (mi persona incluida), al punto que los jueves,ya en Fase 2, la gente llegaba con sus vehículos y se parqueaba en los alrededores de la Parroquia, para poder participar en una Hora Santa. El Padre también fue uno de los sacerdotes que entraron al Hospital El Salvador, vestidos con los “trajes de astronauta”, con tal de llevar consuelo a los enfermos de covid.
Al comenzar su cuarta década sirviendo a la comunidad parroquial, la Parroquia San Benito busca servir a aquellos que necesitan apoyo espiritual y material, a través de viveros, retiros, la promoción de la religiosidad popular, asambleas sinodales, un coro de niños, Escuela Básica de la Fe, programas de apoyo social, campañas de donación de sangre y apoyo a los emprendedores de la parroquia. Además de la atención el actual párroco, junto con las autoridades del Hospital El Salvador, inauguró la Capilla del Santísimo de ese nosocomio y se visita a los enfermos para ofrecerles el consuelo y los sacramentos. Y, para mejor atención de la comunidad parroquial, se busca construir un nuevo centro pastoral.
Así que, la próxima vez que pase por ese pequeño templo triangular en medio de un redondel en la colonia San Benito, sepa que es una parroquia viva donde el Ora et Labora del patrono se ha puesto y se pone en práctica, como evidencia su historia. Y quizás quiera participar en sus fiestas patronales, del 3 al 11 de julio.
Coautores de este artículo:
Óscar Moreno-Pastoral Juvenil, Parroquia San Benito.
Rosa María de Zamora-RCC Parroquia San Benito.