Siguiendo la tradición cristiana, este día celebramos el "Domingo de Resurrección" el único y gran milagro en el que creemos los cristianos católicos, cuando rezamos el Credo: "Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso…".
En la vida de cada persona, mayor de 50 años, o algunos incluso antes, tuvimos por circunstancias especiales una o varias caídas, o fracasos de los que pudimos resurgir, porque no aceptamos, ni asumimos como lógico y normal lo sucedido. Desde una caída en la que sufrimos golpes fuertes o dislocamiento de alguna articulación, un accidente que por un tiempo estuvimos en coma, o la tristeza por el fallecimiento de un ser querido, algún fracaso estudiantil, porque no aprobamos los exámenes, como también, las decepciones por malos entendidos en las interrelaciones con otras personas y se perdió su aprecio, cariño y su amor.
En todos los casos, nos planteamos el reto de resurgir y, si nos lo tomamos en serio, resurgimos, con nuevos impulsos y nuevos objetivos, pues durante el proceso aceptamos las razones del fracaso y las tomamos como puntos a priorizar para no recaer. En el edificio de la empresa que dirijo, desde su inauguración uno de sus espacios lo utiliza un grupo de Alcohólicos Anónimos que ha sido y es el lugar, casi sagrado, donde desde el 2004 han resurgido muchas personas que habían caído en las garras del alcoholismo pero decidieron resurgir.
En nuestro tiempo, gracias a Dios, no es necesario el tremendo martirio al que sometieron a Jesucristo para resurgir en una etapa nueva de la vida. Los que emigran y consiguen establecerse en un nuevo lugar y forjan un futuro mejor, para ellos y sus familias, es una forma de resurgir. Y si usted está en el proceso de resurgir de una depresión, un fracaso en sus propósitos o profesionalmente, porque las cosas han cambiado y con la tecnología y la inteligencia artificial están y seguirán cambiando más y más rápido, lo que corresponde es redefinir sus propósitos y reorientar su camino y sobrevivir disfrutando una buena calidad de vida.
Los tiempos que vienen, además de saltos cualitativos, son de resurgimiento, pues puede ser que su trabajo se automatice o en gran parte sea absorbido por la combinación de tecnología y la inteligencia artificial.
De la plaga mundial creciente, más grave que el covid-19, la gripe aviar y la Peste Negra, podrán resurgir quienes disciplinadamente decidan cambiar sus hábitos, pues "la plaga de la obesidad", crece de forma galopante en todo el mundo y en poco tiempo, pasará del 20 al 30 por ciento más del peso de cada persona.
Resurgir es una obligación y reconocerlo sinceramente ayuda a no aceptar las situaciones a la que se ha llegado o en las que se ha caído.
Mi amigo salvadoreño de nacimiento, ciudadano norteamericano desde hace muchos años y republicano de corazón, me dice que EEUU también debe resurgir de la pérdida de competitividad de los últimos 20 años, pues casi sin darnos cuenta China les está superando. Como vemos en lo personal, nacional e internacional, en lo grande y lo pequeño, es necesario cumplir con la obligación de resurgir en busca del equilibrio y la soberanía vital, económica y emocional.
Pase un buen Domingo de Resurrección en familia y cuidado con la vuelta a casa.
Ingeniero
Todo es más fácil y más sencillo con sentido común.