Por decreto legislativo el segundo domingo de diciembre ha sido declarado Día Nacional de la Biblia en El Salvador. El decreto fue emitido en 2002 con el propósito de estimular su lectura y estudio. La palabra «biblia» se origina en el griego «biblion», que hace referencia al papiro que su usaba para escribir y que puede traducirse como «libro». El plural de «biblion» es «biblia» y su significado literal es «libros». Del griego la palabra pasó al latín y de allí a las lenguas occidentales. Al castellanizarse la palabra se convirtió en un nombre femenino singular que perdió la idea original de ser un conjunto de libros.
La Biblia posee una amplia aceptación y ha ejercido influencia sobre el español y, en general, sobre la cultura occidental. Muchos de los refranes y dichos que se usan tienen su origen en la Biblia. Por ejemplo, la expresión «morder el polvo» se origina en el Salmo 72:9 donde dice: «Que se postren ante él las tribus del desierto; ¡que muerdan el polvo sus enemigos!». Ese es un pasaje que habla sobre el reinado futuro del Mesías, ante quien, todos sus enemigos se postrarán. Otra expresión usual es «tirar la primera piedra», que se usa para referirse a atreverse a algo. Es tomada del pasaje de Juan 8 en el relato de la mujer que fue sorprendida en adulterio y a quien los religiosos querían apedrear; Jesús les dijo: «Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra».
Otro dicho popular es la expresión «ojo por ojo», conocida como la ley del Talión, que ha sido tomada del libro de Éxodo 21 en donde dice: «ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe». Se trata de una regulación mosaica que censuraba las represalias desproporcionadas y prescribía en su lugar una forma de justicia retributiva. También se tiene la expresión «buen samaritano», que se usa para referirse a una persona buena, que ayuda. Está tomada de la parábola que Jesús relató en Lucas 10 sobre un hombre que era samaritano y que fue el único que se compadeció de otro hombre que había sido asaltado y dejado en mal estado.
Otra frase usual es «poner palabras en la boca de otra persona», que se usa cuando alguien no está hablando por cuenta propia sino lo que alguien más le ha pedido que diga. La frase es tomada del libro 2 Samuel 14, donde dice: «Y puso Joab las palabras en su boca». Joab era el general de los ejércitos del rey David y buscó a una mujer para que intercediera delante de David a favor de su hijo Absalón. Joab le explicó detalladamente cada palabra que debía decir al rey para ganar su favor. Otra frase que se usa muy a menudo es «en un abrir y cerrar de ojos», para referirse a algo que ocurre muy rápidamente, de manera instantánea. Es tomada de la primera carta de Pablo a los Corintios capítulo 15, donde dice: «en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta». Pablo está hablando de la segunda venida de Jesús, cuando los creyentes serán resucitados y transformados.
También tenemos el refrán «Quien siembra vientos, cosecha tempestades», que es una adaptación de las palabras del profeta Oseas, capítulo 8, que dicen: «Porque sembraron viento, y torbellino segarán». El profeta dijo esas palabras contra el rey de Israel quien estaba actuando políticamente mal. Oseas le advierte que no debe pensar que finalmente había logrado la paz, la guerra continuaría mientras no cambiara su actitud. Otro refrán que se usa sin saber que proviene de la Biblia es el que dice: «El que busca haya». En realidad, son palabras del Señor Jesús, quien hablando sobre la certeza de recibir respuestas a las oraciones afirma en Mateo 7: «Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá».
Todavía hay más dichos y frases que se podrían continuar enumerando, pero los mencionados basten para reconocer la penetración que la Biblia ha tenido en el habla común. Hoy es un buen día para leerla de nuevo y reflexionar en sus enseñanzas.
Pastor General de la Misión Cristiana Elim.