Con la reciente alza de casos de covid todo el mundo le echa la culpa a esas personas que van a los conciertos. Y las que viajan y las que no se vacunaron y las que…
A casi tres años de la pandemia, yo creo que ya deberíamos ser un poco más finos y específicos con las acusaciones. La culpa no es de los que van a conciertos conciertos (que ya hay en todo el mundo), ni de los viajeros (que ya hay en todo el mundo), ni siquiera de los no vacunados (que ya hay en todo el mundo). La culpa de que estemos a las puertas de la Navidad con otra crisis de covid la tienen los salvadoreños, por ajolotados. Así, en buen guanaco.
Sea que usted vaya a ver a Bad Bunny en la sección AMEX, o en sol, o en palco la posibilidad de contagio es la misma. ¿Y sabe por qué? Porque no es el lugar lo que evita el contagio. Son las medidas de prevención. Pero, como buenos salvadoreños ajolotados, pensamos que como viene Daddy Yankee, Fonseca, Bad Bunny o quien sea, eso milagrosamente hizo desaparecer el covid y podemos darnos todo el gusto del mundo gritando a todo pulmón sin mascarillas, unido a 9, 999 personas, y por estar en x lugar la saliva de un contagiado no me va a afectar. Señores, ubíquense. Es lo mismo. El virus llega donde usted está, no viceversa. Y lo mismo va para ir al mall o al mercado sin mascarilla, ir el bus con la mascarilla en la barbilla, escupir, etc.
“Pero es que el gobierno”… miren, señores, aprueben o desaprueben del gobierno, hay cosas que papá-Estado no les puede dictar, como, por ejemplo, usar los tres dedos de frente que Dios les dio y seguir las (mil veces) recalcadas medidas de protección. O si regresan de viaje, háganse una pruebita. O pensemos que el cristiano al lado nuestro del bus tiene familia también y me voy a cubrir el estornudo o no subirme al bus si estoy moqueando.
Países como España han logrado contener el covid gracias a muchísima disciplina, y sí, ¿para qué negarlo?, información de los gobiernos de cada provincia autónoma. Pero durante un buen tiempo, los españoles usaron mascarilla en eventos públicos, limitaron su aforo en restaurantes, y si el gobierno sugiere volver a la mascarilla, se la vuelven a poner. Entendamos. No es lo mismo que 10,000 personas vean al Bad Bunny con mascarilla que 5,000 la vean con y 5,000 sin. Y si usted no esta preparado para esta conversación, no está preparado para ir a un concierto. Así de sencillo. Pero aquí pueden revisar que alguien lleva mascarilla a la entrada y, una vez adentro, desapareció.
Yo, en lo particular, detesto la mascarilla. Pero también sé que el covid no es nada bonito. Así que yo escogí no ir a conciertos porque no quiero jugármelas ni usar mi mascarilla toda una noche. Como escojo quitármela con amigos, siempre y cuando sea al aire libre, o en áreas ventiladas y con distancia. Es mi libre decisión cómo adulta, por respeto a mi persona, mis padres, la persona que me ayuda en la casa, mis amigos. Señores ¿es tanto nuestro ajolote que no dimensionamos eso?
Todos queremos volver a la normalidad. Estamos aburridos. Es de esperarse. El covid no va a desaparecer, pero tarde o temprano, alguien va a estar sentado en total miseria frente a su computadora diciendo “tuve que venir aunque estaba incapacitado por covid”.
Para mientras, si dejamos de ser ajolotados, podemos vivir y evitar el covid. Use su mascarilla, respete a los demás y ayúdelos a tener una feliz Navidad. Y deje de ser ajolotado. Los conciertos NO son volver a lo normal; que el covid se mantenga bajo, lo es.
Educadora.