El peligro de la confianza: las personas cercanas pueden robarte y estafarte sin piedad.
En nuestra sociedad, la experiencia de vida y diversas lecturas nos revelan la presencia de estafadores y ladrones históricos. George C. Parker, por ejemplo, se ganó el título de estafador cuando vendió dos veces por semana el Puente de Brooklyn en el estado de Nueva York, a lo largo de varios años, a turistas millonarios. De acuerdo con el New York Times, él poseía la habilidad de convencer a la gente y vender todo tipo de atracciones en la ciudad. Incluso vendió la Estatua de la Libertad a un multimillonario empresario.
Víctor Lustig, conocido hasta la fecha como "El hombre que vendió la Torre Eiffel dos veces" en 1925, se hizo pasar por un funcionario del Gobierno de Francia y, tras enterarse de los altos costos de mantenimiento del monumento, fingió que la torre debía ser vendida como chatarra. Logró vender el ícono parisino y huyó a Viena con una maleta llena de dinero en efectivo.
En la realidad de nuestro mundo, confiamos en las personas que nos rodean: profesionales, familiares, amigos, compañeros y colegas. Esta confianza puede ser explotada por aquellos con intenciones maliciosas. Es impresionante y alarmante cómo personas cercanas pueden robar, estafar e incluso crear emprendimientos fraudulentos para lograr sus objetivos: robar.
Pero esto no es nuevo. Mucho antes del nacimiento de Jesucristo, en la Biblia hay un hombre conocido por robar a su familia: Jacob. En el libro de Génesis, Jacob engañó a su hermano Esaú para obtener su bendición y herencia, y también engañó a su padre Isaac. Además, su esposa Raquel, junto con su hermana Lea, robaron los ídolos de su padre.
El robo y la estafa por parte de personas cercanas no son fenómenos nuevos. Estas personas utilizan su relación y la confianza depositada en ellas para obtener información y recursos que, de otro modo, serían inaccesibles. Manipulan situaciones de negocio, mienten sobre sus intenciones y se aprovechan de la buena fe de sus víctimas.
Uno de los métodos más recientes utilizados por los delincuentes es la creación de “emprendimientos” fraudulentos, cuyo único propósito es estafar y robar. Estos proyectos están meticulosamente elaborados para parecer auténticos y así engañar a las personas. Aunque el 99% de los emprendimientos son legítimos, es importante mantenernos alerta ante ese 1% que puede representar un riesgo.
Un caso reciente en nuestro país es el de una persona detenida e investigada por la fiscalía, a la que llamaremos “Micky”. (Para evitar temas legales), quien robó y estafó a decenas de personas cercanas a él mediante un supuesto emprendimiento en la Bolsa de Valores. Estas personas presentan una idea de negocio aparentemente legítima y solicitan dinero e inversiones de amigos y familiares. Sin embargo; una vez que obtienen el dinero, desaparecen o utilizan los fondos para fines personales, dejando a sus amigos e inversores sin nada.
Muchas personas, en su deseo de apoyar un buen proyecto, un compañero, amigo o familiar, invierten sus ahorros. Esto puede llevar a pérdidas significativas, especialmente si el objetivo del proyecto es robar o estafar, como es el caso del “Micky”.
Otro caso que conozco de cerca involucra a tres personas, a quienes llamaré “Migue, Carina y Al”, nuevamente para evitar problemas legales, ya que tienen un caso activo en la Fiscalía. Estas tres personas no solo se aprovecharon de sus amigos, conocidos y otras personas, sino que participaron en un robo estratégico. Cuando las personas que invirtieron el dinero informaron a “Carina” que querían dar seguimiento a las utilidades que ella reportaba a diario del proyecto y en qué cuenta se encontraban los fondos, ella les informó que los fondos invertidos como el ganado estaban en las cuentas de “Migue” y que ella personalmente lo había verificado junto a dos de los inversionistas, lo cual sí fue confirmado por los inversionistas, quienes vieron el dinero en la cuenta de “Migue”.
Lo increíble de esta historia es que después de dos semanas, cuando se le pidió a “Migue, Carina y Al” que retiraran de la cuenta de “Migue” el dinero ganado, los tres cínicamente respondieron que el dinero se había esfumado. Ninguno de los tres tiene idea de cómo sucedió. (Como me dijo un amigo muy autóctono, los tres son burdos ladrones y se lo “hueviaron”).
Para estas tres personas, robar a sus amigos, compañeros e inversores fue un juego fácil. Incluso en este caso específico, los inversionistas, todos profesionales destacados en sus áreas, estaban bien informados y conocían a fondo el proyecto. Sin embargo, cuando alguien tiene intenciones de robar, lo hace porque es mucho más fácil tomar lo ajeno que actuar con honestidad. Este comportamiento queda claro en los casos de estos tres individuos.
El riesgo se incrementa considerablemente cuando algunas personas no solo arriesgan sus ahorros, sino que también comprometen sus negocios. Utilizan sus activos como garantía para obtener préstamos con el objetivo de saldar la deuda a corto o mediano plazo. Sin embargo, si los responsables del proyecto desfalcan y roban los fondos invertidos, no solo perderán su capital, sino también los activos de sus empresas que ofrecieron como garantía, al no poder cumplir con el pago de la deuda.
En el caso similar al de la Bolsa de Valores de Nueva York, actualmente existen muchas startups y aplicaciones que fomentan la inversión en el mercado internacional. Por eso recomiendo a los salvadoreños estar atentos y aprender a identificar señales de posibles fraudes o estafas, especialmente si quien lo propone es una persona cercana.
A continuación, se presentan algunas señales y consejos para protegerse:
-Realiza una investigación exhaustiva.
-Asegúrate de entender el negocio, sus riesgos y sus oportunidades. Sin embargo, esto, no te libra que te roben.
-Si alguien te presiona para que tomes una decisión rápida, sin darte tiempo para investigar, es una señal de advertencia.
-Si te piden que no consultes sobre el proyecto con alguna persona que es conocida por ambos, esta es una alerta ROJA.
-Si no conocen la Bolsa de Valores, no inviertan, en la actualidad hay varias APPS que te invitan a invertir.
No utilices tus activos más valiosos como garantía: Por experiencia propia, ya que, si te roban, perderás no solo el dinero inicial, sino también los activos de tu empresa.
La clave está en la diligencia y el escepticismo saludable. No se trata de desconfiar de todos, sino de proteger tus intereses y ser prudente con tu dinero. La educación y la preparación son las mejores herramientas para tratar de evita las estafas y principalmente los robos.
Esto debe ser importante de recordar para evitar a supuestos emprendedores, promotores, amigos, compañeros y familiares como a los ladrones y estafadores como “Migue, Carina, Al y Micky”.
Recuerda: "Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”.
McCoy College of Business
Texas State University