Por Es una enfermedad que aún no existe. No se ha reportado ningún paciente enfermo en el mundo. Todavía no hay registro de hospitalizaciones a causa de esta dolencia, menos aun no hay fallecidos por este padecimiento. Sin embargo, se sabe que será una enfermedad altamente mortal y que su transmisión será seguramente por vía respiratoria. Esta afección que atacara al mundo en algún punto de nuestro futuro ya tiene un nombre: Enfermedad X.
No se trata de una utopía, ni de un drama médico, tampoco es un guion de una película de terror. Se trata de una realidad medica que asecha nuestro futuro según los estudios realizados por virólogos y epidemiólogos, ci que científicos estudian los virus y el comportamiento de las epidemias. Y tal como lo menciona la Organización Mundial de la Salud en su sitio de internet: “La Enfermedad X representa el conocimiento de que una epidemia internacional grave podría ser causada por un patógeno que actualmente se desconoce que cause una enfermedad humana”.
Durante la segunda semana de enero, expertos de la Organización Mundial de la Salud, con especialistas de diferentes ramas de la medicina y representantes de las grandes casas farmacéuticas, se reunieron en Davos, Suiza; con la finalidad de poner en perspectiva actual el aparecimiento de una enfermedad que podrá afectarnos en el futuro.
El término Enfermedad X se acuñó en 2017, dos años antes del aparecimiento de la pandemia del covid-19, pero después del surgimiento de dos enfermedades igualmente mortales pero que no atacaron globalmente el SARS (Síndrome Agudo Respiratorio Severo) y MERS (Medio Este Respiratorio Síndrome) ambas tuvieron una mortalidad de 1 en 10 y de 1 en 3 respectivamente. Se espera que la mortalidad de la Enfermedad X sea mayor que en las epidemias anteriores, en promedio 20 veces más mortal que el covid-19.
El grupo consultivo de la Organización Mundial de la Salud que estudia este futuro padecimiento, se está enfocando en la prevención, detección temprana y reporte oportuno de los primeros casos, mitigación, control y tratamiento de la futura Enfermedad X. Pero, para lograr esto sin duda es necesario la participación activa de la población. Esto comienza con la educación al respecto de dicha Enfermedad, por lo que se ha solicitado que los medios de difusión masiva ayuden a tal efecto.
Empezando por la revisión que cada uno de nosotros debe hacer con respecto a cómo fue nuestro comportamiento frente a la pandemia de covid-19. Sin lugar a dudas que esto nos ayudara a saber si fallamos en la prevención personal o familiar, fallas en la adquisición de suministros básicos, retardo en la consulta médica o renuencia a la aplicación de vacunas.
Más aún, las personas que han padecido más de una vez covid-19 deben tratar de determinar cuál fue o fueron las causas de su recaída o re-contaminación. Aquellos que no “creen en las vacunas” bien harían informándose con anticipación de la seguridad que ofrece este armamentario médico que es de vital importancia para el control de las enfermedades infecciosas. Después de todo, la Enfermedad X vendrá a comprobar que es lo que realmente aprendimos de la Pandemia que le precedió, el covid-19.
Médico y Doctor en Teología.