Por En mi último artículo en este periódico, mencioné sobre la importancia de activar una “Autoridad para el Manejo Sostenible de la Cuenca del Lago de Coatepeque” y cuyo objetivo debe ser velar por el bienestar del lago y sus habitantes. ¿Pero qué exactamente es una autoridad de cuenca y qué funciones debe tener para salvar el lago de la grave crisis ambiental en la que se encuentra?
En primer lugar, entendamos qué es una cuenca hidrográfica. Una cuenca es una región geográfica desde donde todas las escorrentías superficiales fluyen por medio de una secuencia de riachuelos, humedales, ríos y lagos hacia el mar en una sola desembocadura, estero o delta.
La cuenca hidrográfica también incluye acuíferos de agua subterránea y está formada de una mezcla singular de paisajes que interactúan entre sí, incluidos bosques, cultivos agrícolas, granjas, ríos y lagos, e incluso ciudades o pueblos. Habiendo dicho eso, la cuenca del lago de Coatepeque es en realidad una subcuenca representada justo por la caldera volcánica que abarca 3 municipios que son Santa Ana, el Congo y en menor proporción Izalco. Su punto más alto es el cráter del volcán de Santa Ana. La subcuenca forma parte de la cuenca principal del río Lempa.
Y es que una cuenca representa el punto de partida lógico para la puesta en marcha de actuaciones de planificación y gestión para el uso sostenible de cualquier lago, incluyendo Coatepeque. Justo acá es donde una autoridad de cuenca posee un papel primordial.
Ahora bien, esta entidad representa la institución rectora del ambiente y del manejo integrado de una cuenca, y debe estar facultada para planificar, coordinar y ejecutar todos los trabajos que permitan conservar, preservar y resguardar los ecosistemas de una cuenca hídrica, en este caso la cuenca del lago de Coatepeque. Constituye la entidad idónea que debe desarrollar una política preventiva y acciones en el largo plazo para hacer frente a las causas de degradación del lago y la cuenca hidrográfica.
Habiendo dicho lo anterior, las principales atribuciones de una “Autoridad para el Manejo Sostenible de la Cuenca del Lago de Coatepeque” (AMSCLAC), deben ser el planificar, coordinar y ejecutar las medidas y acciones del sector público y privado que sean necesarias para la gestión de la conservación y el manejo sostenible del lago y las áreas circunvecinas. También, ésta debe regular la función de los distintos actores que intervienen en el uso de los recursos de la cuenca y el lago, y mantener una eficiente coordinación interinstitucional para agilizar las acciones y la aplicación de normas y reglamentos.
De igual forma, debe promover la organización y participación permanente de la comunidad para el manejo integrado de la cuenca del lago. Y no menos importante, debe emitir y aplicar las disposiciones, ordenanzas, resoluciones y planes para el manejo integrado de la cuenca de Coatepeque y su entorno.
¿Quiénes deben integrarla? En primer lugar, deben participar tres ministerios clave, que son Agricultura y Ganadería (MAG), Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y Turismo (MITUR). Adicionalmente, deben integrarla las tres alcaldías que poseen territorio dentro de la cuenca. En cuanto al sector privado, deben formar parte de la AMSCLAC los representantes de las asociaciones de hoteles y restaurantes que tienen presencia en el lago.
También deberán integrarse los representantes de las cooperativas de café dentro de la cuenca, de otros productores agrícolas organizados y de las ADESCOS existentes. El sector ONG también debe formar parte por medio de la Fundación Coatepeque y otras ONGs con proyectos en la cuenca. Aclaro que esta no es una lista exhaustiva, pero representa a los principales actores que de rigor deben integrar la autoridad de cuenca para este lago en particular.
Al estilo de la Autoridad de Cuenca del lago de Atitlán en Guatemala, la cual se formó en 1996 por Decreto Legislativo, la AMSCLAC debe contar con su propia legislación para que esta tenga el suficiente poder y peso para cumplir con las atribuciones antes descritas y más allá. Solo de esa forma podrá tener el impacto deseado en términos de revertir la degradación del lago y su entorno.
Por ejemplo, si ya se tiene conocimiento de lo que provoca el florecimiento de cianobacteria, lo cual es el resultado del exceso de fósforo (P) y nitrógeno (N) en el lago, entonces la AMSCLAC pudiese y debería priorizar iniciativas como las siguientes: implementar una estrategia para el fomento de la producción de abonos orgánicos; establecer un mecanismo de coordinación y cooperación con las empresas fabricantes y distribuidoras de agroquímicos; elaborar en conjunto con los productores de café, maíz y hortalizas, normativas para disminuir el aporte de fertilizantes y el uso correcto de pesticidas; implementar análisis de suelos de los productores para una correcta aplicación de nutrientes; crear un marco referente para la implementación de la agricultura orgánica; y regular del uso de insumos agrícolas dentro de la cuenca.
En fin, hay mas actividades en las que se podría enfocar la AMSCLAC por supuesto, pero la pregunta del millón ahora es, ¿qué institución liderará este proceso para la conformación de la “Autoridad de Cuenca para el Manejo Sostenible del Lago de Coatepeque”? La respuesta es de extrema urgencia, puesto que el lago corre el riesgo de impactos ambientales irreversibles.